Esta semana se realiza en Lille, Francia, una nueva edición de Series Mania, el mayor festival internacional de Europa dedicado exclusivamente a las series de televisión. Entre conferencias y estrenos mundiales, se generan espacios para que creadores, productores y exhibidores se encuentren y cierren sus negocios.

Desde un punto de vista cuantitativo, la edición 2025 (que va del 21 al 28 de marzo) fue récord de asistencia de representantes de los más diversos ámbitos de la industria. Sin embargo, la era de las grandes inversiones y las producciones premium, que podían o no ir de la mano, está dando paso a una era de contenido probado y de costos más bajos.

Más allá de que todavía existen grandes producciones con presupuestos acordes, la suba de los costos y la caída de las adquisiciones están cambiando el panorama. “El gasto bajó y se va a mantener bajo”, dijo a The Hollywood Reporter Guy Bisson, analista de mercado televisivo. “No vamos a volver a los momentos de la peak TV”, agregó en referencia al exceso de series originales de los últimos años. Desde el récord de 2022, el gasto en nuevas producciones guionadas alrededor del mundo cayó un 25%.

“Ha habido un cambio estratégico por parte de las plataformas de streaming, que están gastando una mayor parte de sus presupuestos en derechos de transmisión de deportes, en televisión no guionada (reality shows) y en géneros tradicionales como las series sobre crímenes, dejando menos dinero para las series premium de alta gama”, explicó Bisson. No están siendo dejadas de lado, pero perdieron la importancia que tenían hace unos pocos años, como carta de prestigio y también como llamador para captar nuevos abonados.

Las plataformas, que ya se establecieron en la mayoría de los mercados, empiezan a comportarse de manera similar a las cadenas tradicionales o los canales de aire. En Europa del Este, casi la mitad de las series guionadas que se comisionaron en 2024 eran policiales, que se identifican con el antiguo modelo de negocios. “Debido al estado de la industria y de la economía global, todos están tratando de ir a lo seguro”, dijo a Variety Julia Fidel, del canal público alemán ZDF. “Si hay una tendencia principal, es esa: minimizar los riesgos. Hay un énfasis muy grande en apuestas seguras, como adaptaciones de libros y géneros familiares”.

“El género policial blando y cómodo es muy popular en la ZDF y la BBC, por ejemplo, y funciona en muchos países diferentes. Hay una gran cantidad de ejemplos muy bien producidos de esta clase de programa”, agregó Fidel.

Frederic Balmary, director de la productora Banijay, explicó a The Hollywood Reporter que las plataformas también están dejando de lado los estrenos globales, con el fin de abaratar costos. Sony vendió los derechos de la miniserie australiana The Narrow Road to the Deep North a Prime Video de Amazon para su estreno en Australia, Nueva Zelanda y Canadá, pero en Reino Unido se verá por la BBC, en el resto de Europa estará en Sky o en Max, y en América Latina los derechos fueron adquiridos por NBC Universal.

“Todavía hay series para las que Netflix, Amazon o Disney quieren los derechos globales, pero para muchas de ellas solamente quieren un país o un puñado de países”, contó Balmary. “Son buenas noticias para nosotros, que así podemos retener las propiedades intelectuales, cosa que nos encanta. La mala noticia es que la brecha financiera se va haciendo mayor, y tenemos que encontrar nuevas maneras de cerrarla”. En los casos en los que están realmente interesadas, las plataformas siguen gastando fortunas, pero esto ocurre menos o les lleva más tiempo tomar esa decisión, o recurren a coproducciones.

Lo innegable es que el modelo está cambiando y las plataformas están apostando a adquirir los derechos de las series (y también películas) por cortos períodos de tiempo. Por eso podemos ver títulos que van rotando entre servicios o que incluso llegan a estar en varios al mismo tiempo. “Si mirás hacia atrás unos pocos años, la mayoría de las diez series más vistas en Netflix eran producciones originales”, señaló Bisson. “Ahora la mayoría, o una gran parte, son programas licenciados. Así que Netflix está buscando llenar los huecos con series de calidad que ya funcionaron en alguna otra parte”.

Como ocurre en otros ámbitos, más o menos artísticos, la restricción económica puede motivar la creatividad. En Series Mania hubo ejemplos de dramas con condimentos policiales y tramas que incorporan elementos originales, además de la presencia constante de las series inspiradas en hechos reales. Se mantiene a raya, mientras tanto, la amenaza de las producciones basadas en inteligencia artificial.