Los encargados de abrir el grupo fueron Colombia y Japón, en el Mordovia Arena, en la ciudad de Saransk. Cafeteros y nipones se volvieron a ver las caras cuatro años después, tal como pasó en el Mundial de Brasil 2014, pero esta vez la victoria fue para la selección de Japón, por 2-1 (hace cuatro años Colombia había goleado, 4-1).
El triunfo nipón comenzó a cimentarse desde temprano. A los 3 minutos un contragolpe japonés dejó mal parada a la defensa colombiana. Carlos Sánchez paró un remato que tenía destino de gol con la mano –a los Suárez, pero no tan cerca del arco- y no solo generó un tiro penal para los japoneses sino que vio la tarjeta roja. Shinji Kawaga se encargó de marcar el penal, poner 1-0 el partido y darle la ventaja a su selección. Un rato después Colombia pudo empatarlo por intermedio de un tiro libre que pateó Juan Quintero, luego de una falta que le cobraron a Radamel Falcao que no existió. Si bien se vio que la pelota entró hubo que acudir al Goal Line Technology (GLT) para confirmar el gol cafetero, que con diez futbolistas empataba el partido. Pero en el segundo tiempo, luego de atacar muchísimo, Japón tuvo premio y ganó el partido 2-1, con un gol de Yuya Osako a los 73 minutos.