La segunda presentación uruguaya en el grupo A de la Copa del Mundo abre expectativas de apilar un segundo triunfo. Esa esperanza abierta tiene que ver, sustancialmente, con la propia valoración positiva que podemos hacer sobre nuestro equipo representativo y sobre las mejoras que deseamos observar y vivir en cada partido que dispute. Arabia Saudita será el rival de mañana y acá haremos una aproximación.

Arabia juega poco y mal aunque, más adelante, como corresponde, también diremos cuáles fueron los aspectos más elogiables que ha presentado y puede repetir. El equipo de Juan Antonio Pizzi tuvo malas presentaciones en sus partidos previos al comienzo de la copa rusa: perdió 2-1 con Italia, 3-0 con Perú y 2-1 con Alemania, pero, como se ve, lo hizo ante selecciones muy bien calificadas. Además, hay que considerar su buena actuación en la extensa clasificatoria de la zona asiática, que lo llevó a estar entre los cuatro clasificados mandando a Australia a un doble repechaje con Siria primero y con Honduras después.

La dura realidad mundialista

Comentando la dura derrota 5-0 con Rusia en la apertura de la Copa del Mundo –la más holgada, por lejos, de las que se han visto hasta hoy– el sitio de la FIFA afirmó lo siguiente: “Arabia Saudita ha pagado caro sus errores defensivos y además no presentó ninguna amenaza en el área rival, excepto por una breve incursión de Mohammed al Sahlawi en la primera mitad. Los cambios de Pizzi influyeron muy poco en el juego, y el encuentro terminó con la dura derrota de los saudíes”.

En la comparación con el proceso que encabeza Óscar Tabárez surgen algunas de las debilidades de la selección asiática. En el mismo tiempo que el Maestro viene dirigiendo a la selección celeste, los jeques árabes contrataron y expulsaron a 13 entrenadores y, sólo en 2017, en plenas Eliminatorias, pasaron por la dirección técnica el holandés Bert van Marwijk, el argentino Edgardo Bauza –que duró menos de tres meses– y el croata Krunoslav Jurcic, quien le dio el lugar a Pizzi en enero de este año.

Cómo jugaron, ¿cómo jugarán?

Es muy difícil embarcarse en una aproximación de lo que presentará Arabia frente a Uruguay. No tiene una estructura futbolística firme y, además, la muy floja actuación del debut hará que Pizzi, seguramente, pruebe con otros jugadores y quizá con otros planteos tácticos alternativos. Sólo tres jugadores del plantel de 23 compiten fuera de Arabia y lo hacen en clubes españoles de segundo orden. De ellos, dos fueron titulares ante Rusia: el delantero por la derecha Salem Aldwasari (quien se identifica con el número 18), que revista en Villarreal, y Yahia Alshehri (8), que fue delantero por la izquierda y defiende a Leganés. El tercero en cuestión, Fahad Almuwallad (19), también delantero, no vio minutos en la cancha.

En principio, Pizzi apuesta a jugar con tres zagueros centrales, pero en el debut se vio una línea de cuatro delante del golero Abdullah Almuaiouf (1); el lateral derecho fue Mohammed Alburayk (6); dos jugadores de apellido Hawsawi integraron la zaga central: Osama (3) es el capitán y, además, es de los más veteranos, ya que tiene 34 años y el que ha jugado más partidos internacionales, 86; su compañero por la izquierda fue Omar (5); el lateral izquierdo fue Yasir Alshahrani (13).

Luego se pudo atisbar –dentro del desorden general del equipo– que había tres volantes: de derecha a izquierda, Abdullah Otayf (14), Salman Alfaraj (7) y Taiseer Aljassam (17). Finalmente, jugaron como enlaces abiertos Salem Aldawsari (18) por la derecha –uno de los mejores– y Yahia Alshehri (8), quedando como delantero central Mohammed Alsahlawi (10), el crack del equipo.

El equipo de Pizzi sale jugando de abajo muchas veces y pierde la pelota muy seguido en esa fase. En mediocampo tiran muchos pases, siempre rastreros, tejen múltiples formas geométricas con la pelota y al final la pierden. Sus virtudes principales: hacen bien la recepción y el pase. Son vulnerables al dribbling y flojos para defender en el área chica. Pisan pocas veces el área adversaria. En la práctica del pase permanente no se mandan individualmente al ataque ni utilizan los cambios de frente por arriba. El 20, Assiri, que entró en el segundo tiempo con Rusia, tuvo una chance cara a cara con el golero y ganó el ruso. Seguramente será titular.

Quien no hablará de flojedades rivales –y hará bien– será el entrenador uruguayo, quien, como siempre, los alentará a resistir ante un equipo que no se deberá menospreciar y a atacarlo con todas las variantes conocidas para descubrir –y aprovechar– los puntos débiles del rival. Además, los guiará a tratar de alcanzar la clasificación antes de tiempo, en lo que también influirá el resultado y tanteador del partido Rusia-Egipto.

Actividad del Grupo A