La rama masculina del tenis vestido de blanco jugará este viernes sus dos semifinales. A las 9.00 de nuestros relojes se medirán el sudafricano Kevin Anderson -quien dejó fuera de carrera a Roger Federer- y el yanqui John Isner, juego que tiene pinta de palo y palo desde el saque, donde ambos son especialistas. Luego, no antes de las 11.00, será el turno del número 1 del mundo, el español Rafael Nadal, contra el serbio Novak Djokovic. Quienes ganen avanzarán a la final del próximo domingo.
En la rama femenina, en cambio, todo está una fase más adelantada y ya se conocieron las finalistas: la estadounidense Serena Williams y la alemana Angelique Kerber, viejas conocidas que definieron la final de Wimbledon en 2016 -título que obtuvo Serena-.
La final será el sábado a las 10.00. Tiene pinta de partidazo. La estadounidense, de 36 años y actual número 181 del ranking WTA -ranking en donde bajó porque estuvo sin jugar durante su maternidad-, irá por su octavo consagración en Londres -pasaría por uno a la alemana Steffi Graf-, título que puede ser el 24º Gran Slam que gane en su carrera. Si esto sucede alcanzará en títulos a la australiana Margaret Court, máxima ganadora de la historia.
Para Kerber, actual nº 10 del mundo, será su segunda final en la la hierba del All England Tennis Club. La alemana viene haciendo un gran torneo, donde sólo ha perdido un set en lo que va de torneo.