Con el manual estudiado a la perfección sale todo bien. Los picapiedras saben a lo que juegan, conocen sus limitaciones y su cancha, y le sacan lustre. Con poco, pero con mucho, fueron superiores y vencieron a los de Sayago por puntos vitales en la zona baja. Para Racing, la mano viene brava: hace nueve fechas que no puede ganar y está en zona de descenso, con el mismo puntaje que Fénix. Fue el primer partido de Juan Tejera, que movió algunas piezas, pero los resultados no aparecen.
Julio Fuentes ha logrado más personalidad en los suyos desde que asumió. Paró un 4-2-3-1 que tuvo mucho orden y no dejó jugar cómodos a los visitantes. El primer tiempo fue rojiverde, con algunos toques y con el gol. Iban pocos minutos y Mauricio Felipe se animó con un zapatazo a distancia. El remate picó y dio en el palo, pero Matías Cóccaro los madrugó a todos en el rebote y la mandó guardar. Jugar por el piso no se podía, era difícil; aun así los locales tocaban en corto en la mitad de la cancha y caían bochas al área cuando se podía. Claro que todos iban Cristian Mago Olivera.
Para el complemento, Racing, que se paró 4-4-2, salió a presionar más en salida e intentó generar más peligro a base de empuje. Tuvo algún remate, y algún centro, pero no salió. Con el paso de los minutos se impacientó y regaló espacios, y Rampla Juniors lo aprovechó. Los picapiedras se aferraron al resultado y salieron de contragolpe cuando pudieron. Sobre el final, una falta al borde del área le dejó servida la mesa a Hugo Dorrego. El volante pateó y la puso contra el palo. Golazo, y puntos de oro para el descenso.