El sol de una tarde helada de invierno apenas se deja ver; su inestabilidad hace juego con la terminal de ómnibus del Cerro, que está colmada: es hora pico. Ese es el punto de encuentro para partir hacia el complejo Héctor da Cunha, donde entrenan los juveniles de Cerro, ubicado en una zona rural apartada del bullicio de la ciudad, entre dos calles sin nombre a las que sólo saben llegar los taxistas del barrio. Por un camino de tierra se accede a las canchas exteriores, donde cada tantos metros el terreno de pasto se ve perjudicado por el barro, que delata los infinitos picaditos que se jugaron y los que están por venir, en un escenario que tiene al Cerro de Montevideo de fondo. A un lado la sub 14 masculina del equipo de la villa entrena bajo la voz de mando de Alejandro Bertoldi, ex jugador y ex director técnico de la primera masculina de Liverpool, a quien esperamos para charlar sobre las mujeres que están del otro lado entrando en calor guiadas por el profe Santiago Mancino, con quien conforman el equipo femenino de Cerro.

Los colores del barrio

Cerro empezó con el equipo femenino en 2007, cuando la entrenadora Ana Herrera le pidió a la dirigencia armar un equipo de mujeres. Obtuvo el campeonato en 2012 y fue subcampeón en 2011. En enero de 2015 compitió por última vez con la sub 16 y salió campeón. No empezó el campeonato de la Asociación Uruguaya de Fútbol de 2015 porque, si bien el club permitió crear el equipo, no puso a disposición ningún apoyo financiero, por lo que se hizo insostenible mantener la categoría. Ana Herrera es la primera mujer en dirigir una categoría de Cerro, hoy es la entrenadora de la sub 16. Además, dirigía la escuelita femenina de Cerro, que luego pasó a ser la escuelita municipal para niñas, que hoy en día tiene como único objetivo que aprendan a jugar al fútbol. De 2013 a 2016 dirigió a la selección de la diversidad, Uruguay Celeste, equipo con el que ha participado en torneos en Chile. Uruguay Celeste es un cuadro amateur que representa a nuestro país en las ligas diversas de Sudamérica y el mundo, y también a nivel olímpico.

Entrenamiento del plantel femenino mayor de Cerro, en el Complejo Héctor Da Cunha.

Entrenamiento del plantel femenino mayor de Cerro, en el Complejo Héctor Da Cunha.

Foto: Natalia Rovira

La vuelta

El año pasado volvieron las mujeres a la villa. Se armó la sub 16, para cumplir con la exigencia de la Confederación Sudamericana de Fútbol; fue dirigida por Bertoldi, que este año pasó a ser el director técnico del primer equipo. Así, Ana quedó como encargada de la sub 16. Si bien “la directiva es nueva y se ha encontrado con varias dificultades, algunas más urgentes que otras, están acompañando al femenino, hay un seguimiento de gente vinculada al club que siempre acompaña y pregunta; Cerro tiene al fútbol femenino como una tradición”, opina Bertoldi. El cuerpo técnico de ambas categorías es asalariado, y el plantel tiene a disposición las mismas instalaciones y beneficios que las categorías masculinas de divisiones formativas del club, como la indumentaria, el transporte para los partidos e incluso un ómnibus que sale de la terminal hacia el complejo para los entrenamientos, aunque en este momento está en conflicto con la institución por motivos económicos.

Este año se hizo un llamado a aspirantes abierto por redes sociales y mediante el “boca a boca”, se filtró qué chiquilinas quedaban y se formó un plantel de 20 futbolistas fichadas de las que, a modo de ejemplo, hoy en la práctica hay 15. “Cuesta un poco que vengan a entrenar; algunas son constantes, y son las que más rinden”, explica Bertoldi. “Si bien no es un plantel numeroso, dentro de lo que tenemos estamos compitiendo bien, que es lo que importa”, agrega el técnico, quien, teniendo experiencia con equipos masculinos tanto de juveniles como de Primera, está debutando en un cuadro de mujeres y cree que es necesario y fundamental que las chicas empiecen a practicar el deporte desde niñas. Bertoldi considera que si bien hay muchas mujeres con mucho compromiso, que son las más activas, están las que no se lo toman tan así y quienes lo tienen adquirido desde chicas, que tienen ventaja porque aprenden más rápido y ya tienen noción de todo. Hay una gran diferencia con el masculino, en el que el baby fútbol es imprescindible. El objetivo del cuerpo técnico para el año que viene es tener una categoría más, la sub 19.

Entrenamiento del plantel femenino mayor de Cerro, en el Complejo Héctor Da Cunha.

Entrenamiento del plantel femenino mayor de Cerro, en el Complejo Héctor Da Cunha.

Foto: Natalia Rovira

Una de las dificultades que presenta el equipo es la accesibilidad al lugar de entrenamiento. El complejo está apartado de la ciudad y el transporte público no pasa cerca. No es conveniente llegar caminando porque hay varios terrenos descampados alrededor y ha habido muchos robos. Por ello, uno de los objetivos del cuerpo técnico es conseguir un lugar más cerca de la terminal de ómnibus del Cerro para entrenar y para que más chiquilinas puedan acercarse. Además, este año Cerro va por lograr un buen torneo para mejorar el nivel y seguir apuntando a crecer.

Con un partido entre las chiquilinas y algunos varones de la sub 14 que se quedaron luego de la práctica de fondo, Bertoldi sigue charlando con Garra: “Tenemos claro que los gurises pueden aspirar a vivir de esto y por ahora las gurisas no, pero también está claro que el fútbol femenino está creciendo mucho, y con este auge ya se están dando algunos casos que lo están tomando como una posibilidad laboral, que no te va a salvar la vida, como en el caso del masculino, pero en muchos países el fútbol femenino ya está a nivel profesional. Esto va a ir creciendo y el techo no lo sabemos; hoy los clubes no ven al fútbol femenino como algo beneficioso por la imposibilidad de vender jugadoras, pero va a crecer más, no sabemos hasta dónde, pero ojalá que sea lo máximo posible”. Y agrega: “Estamos muy conformes con lo que se está dando, compitiendo bien con los rivales y bien posicionados en la tabla. A pesar de tener un plantel chico y con diferencias hay varias chicas que el año pasado estaban en la sub 16 y ahora están en el primer equipo y están compitiendo bien; la idea es seguir así y terminar en una buena posición en la tabla. Sabemos qué equipos son los que han apuntado a pelear, que son los que tienen más trayectoria y están arriba; si nos va bien puede ser un llamado de atención para que más chicas vengan a sumarse al plantel y mejorar”.

Entrenamiento del plantel femenino mayor de Cerro, en el Complejo Héctor Da Cunha.

Entrenamiento del plantel femenino mayor de Cerro, en el Complejo Héctor Da Cunha.

Foto: Natalia Rovira

El fútbol femenino es sinónimo de empoderamiento

Brenda juega desde los 15 años, pero la pasión empezó mucho antes. En su barrio, desde niña jugaba con sus vecinos. Sus padres siempre la apoyaron: “Si te gusta y es lo que querés dale para adelante”, le decían. Formalmente empezó en Bella Vista, hasta que tuvo a su hija y dejó de jugar por tres años. Dicen que siempre se vuelve a donde uno quiere estar, y Brenda lo confirma: volvió a las canchas con Uruguay Montevideo, luego se fue a River, y dejó por un año hasta que llegó a Cerro. Mientras estuvo en Bella Vista jugó en la selección desde los 15 hasta los 19; también estuvo en la preselección de la sub 17 y luego en la preselección de la sub 20 de Fabiana Manzolillo, la entrenadora que hoy dirige a Defensor Sporting, con quien se fue a Brasil. De esa experiencia recuerda que “era un grupo muy unido, y eso queda hasta el día de hoy”.

Sobre el futuro del femenino la zaguera considera que “estaría genial que en un futuro se profesionalizara, para que mis compañeras que son chicas aspiren a eso; para mi futuro no la veo, pero para ellas sí. Las que tenemos más experiencia queremos eso. Lo que pasó con el clásico fue un gran paso, ninguna se imaginaba que iba a pasar eso en un estadio donde se juegan los campeonatos masculinos de Primera”. Además, opina que “cada vez se conoce más, los periodistas le dan más espacio al femenino. Antes sabía al respecto sólo tu familia. La que viene es porque le gusta y aspira a algo más; llegue o no, al camino se lo toma con responsabilidad”.

A Brenda la comparan con Diego Godín, por eso usa la camiseta número 3, porque “soy guerrera como él, voy a todas”, y así se la ve, dando indicaciones a sus compañeros en el partido mixto que se está disputando en el complejo de juveniles albiceleste, mientras el sol está a punto de esconderse y ya se empiezan a notar las luces artificiales de las múltiples casas que descansan sobre el Cerro de Montevideo.

Entrenamiento del plantel femenino mayor de Cerro, en el Complejo Héctor Da Cunha.

Entrenamiento del plantel femenino mayor de Cerro, en el Complejo Héctor Da Cunha.

Foto: Natalia Rovira

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