Allá en el norte jugó la celeste. Fue el segundo y último encuentro de la fecha FIFA de setiembre. Brian Rodríguez, también en su segundo partido, hizo el gol uruguayo al comienzo del segundo tiempo. Sobre el final empató Jordan Morris. Fin del micro ciclo con una victoria y un empate, entre pruebas de jugadores -debuts incluidos- y alternancia de sistemas de juego.

Señal de ajuste

Tras la Copa América de Brasil es sabido que este año es de preparación, de búsqueda de funcionamientos colectivos e individuales, de afianzar tanto las ideas como los nuevos jugadores que Óscar Tabárez ha elegido (y elegirá) para los partidos internacionales de la celeste, entre otras situaciones que se podrían situar por encima de los resultados en números, más allá de que siempre es mejor ganar que perder. De todo este combo, entre Costa Rica y Estados Unidos hay mucho para analizar.

Lo cercano es el juego de este martes ante los estadounidenses. El Maestro ideó un planteamiento poblando la mitad de la cancha. Más allá de las geometrías 4-1-4-1, 4-2-3-1, 4-5-1, siempre dependiendo de la dinámica en cancha, el mensaje fue hacer de eso el fuerte de Uruguay. Ayer lo hizo bien, aunque a medias: con la pelota fue una cosa, sin ella fue bien distinto. Cuando la posesión perteneció a la celeste Federico Valverde, Rodrigo Bentancur y Matías Vecino propusieron un tránsito fluido, rápido y vertical. Pero, cuando la pelota estuvo del otro lado, Estados Unidos encontró espacios por las puntas y generó mucho peligro profundo. Por lo hecho en la primera parte los yanquis pudieron irse con ventaja al descanso.

En el complemento, desde el arranque, se vio que Uruguay tomó recaudos. Jonathan Rodríguez dejó el puesto del 9 y pasó a jugar por la banda, pasando Giorgian de Arrascaeta a jugar como único punta. Que Cabecita Rodríguez jugará ahí tuvo una función: cortar el fútbol por izquierda que tanto daño le hizo a Martín Cáceres, muchas veces en solitario para marcar esa punta.

Y de arranque del segundo tiempo el gol: manual del perfecto contragolpe (cosa que pasa cuando se defiende bien, ¿no?), Valverde se escapa por el centro con zancadas largas, los puntas que se abren, pase a Brian Rodríguez y definición con enganche previo y zurdazo fuerte.

Ese gol, y después el empate yanqui, tuvieron el mismo efecto: darle ánimo a quien lo convirtió. Enseguida del 1-0 Uruguay pudo meter otro. Igual Estados Unidos, que encontró la igualdad con mucha suerte y luego se fue arriba en busca de la victoria. Esa casi media hora que transcurrió entre el tanto de Brian Rodríguez y la igualdad de Morris Uruguay mostró mucha marca en campo propio, lejos de la presión alta que tiró en el primer tramo del partido.

Estrategias y buenos rendimientos para ver, confirmar, reconfirmar. Estrategias y rendimientos para corregir y perfeccionar. En suma, el fútbol de partidos de preparación.