Cuando era niña Melanie jugaba al baby futbol. A los 12 años, luego de mucha insistencia de su madre, empezó a practicar boxeo. No le gustó y, entre risas, cuenta que sigue sin gustarle tanto como el fútbol. “Mi madre lo es todo: sostén, hincha, la que junta la plata para mis competencias, la que se descompensa cuando peleo. Por eso no me gusta que me digan Melanie Ubriaco. Soy Melanie Morotto, hija de Adriana Morotto, y boxeo por ella”.
Vive en el barrio Santa Catalina, entrena en el club Ipiranga y en el barrio la apodan la Ratita Morotto, porque se comenta que su estilo es similar al de su tío abuelo José Rata Morotto, campeón sudamericano en la década de 1970.
“Dicen que el boxeo es masculino, pero nada que ver. Es para cualquiera. Peleaba con varones para subir de nivel más rápido, y peleamos a la par. En el guanteo me da un poco de miedo, pero se aguanta”, cuenta Melanie, que se declara admiradora de la irlandesa Katie Taylor.
Entrena todos los días en doble horario y los fines de semana trabaja en una cadena de comida rápida. En el boxeo debutó a los 13 años, ganó y desde ahí no paró. Acumula 22 peleas y 71 exhibiciones. Entre sus premios tiene una medalla de plata en boxeo femenino en los II Juegos Sudamericanos de la Juventud, en Santiago de Chile en 2017; en 2018 logró la de oro en el Torneo Internacional de Iquique en Chile; y en 2019 fue campeona nacional juvenil en la Liga Sur. Fue la primera mujer en conseguir medalla femenina en la historia del boxeo uruguayo. Quiere cumplir ya los 18 años, para ser profesional.
.