Podemos decir a esta altura que Fénix esta acostumbrado a atravesar fronteras como un ave que es, aunque de fuego de leyenda. Y esa esperanza por hitos que se parece a la ansiedad, hace de la experiencia un hecho liviano, más allá de que una vez que el silbato suena, haya un barrio entero que quiere ganar.
En el equipo de Fénix los estandartes claros. La presencia que muchos extrañamos de Guillermo De Amores, como si los años no hubiesen pasado. La figura de Roberto Fernández como una estampita del barrio. La experiencia de Maureen Franco siempre peligrosa al borde de las cosas.
Los equipos jugaron con hidalguía. Como buenos supuestos cuadros menores. Los acereros con el eje calzado en Claudio Sepúlveda. Vaya apellido trasandino. La fijación con Jeffre Escobar como una descarga constante, como al acecho.
Carrasco dio ingreso a Luciano Nequecaur en lugar de Franco. El argentino, aferrado a su propia revancha, convirtió por dos veces para el delirio plural de los de Capurro. El primero tras un giro autómata cerca del fin del área, un buen control, y la noción certera de donde estaban el arco y las manos del otro. El segundo por un anticipo tras un centro impecable de Bryan Olivera, que tiró, dicho sea de paso, un par de caños de antología.
El equipo chileno respondió y alcanzó ese gol de visita que vale un ciento. Fue en un arrebato existencial con una buena definición de Juan Sánchez Sotelo, que sabe que los apellidos compuestos suenan mejor con el gol. Sin embargo el equipo de Juan Ramón Carrasco encontró en las variantes la solución. Bruno Scorza que había ingresado hacia minutos, aguantó la pelota con el cuerpo dentro del área y entre grandotes, y definió apenas un suspiro después del descuento. Aunque el gol de visita siempre deja otro sabor, fue victoria del equipo de Capurro más allá de las fronteras del barrio, en el corazón del Prado, como si la calle Agraciada fuera la frontera de su propia existencia, parecido a la cordillera, que deberá sobrevolar a la brevedad para confirmar lo hecho.
Detalles
Estadio: Parque Viera
Árbitros: Arnaldo Samaniego. Asistentes: Eduardo Cardozo y Milcíades Saldivar (Terna de Paraguay).
Fénix (3): Guillermo de Amores, Angel Rodríguez, Leonardo Coelho, Fernando Souza (46’ Bryan Olivera), Roberto Fernández, Manuel Ugarte, Adrián Argachá, Kevin Alaniz (46’ Andrés Schettino), Ignacio Pereira (70’ Bruno Scorza), Maureen Franco (46’ Luciano Nequecaur) y Kaique Vergilio (45’ Nicolás Machado). Entrenador: Juan Ramón Carrasco.
Huachipato (1): Gabriel Castellón, Diego Oyarzún, Nicolás Ramírez, Ignacio Tapia, Cristián Cuevas (78’ Javier Urzúa), César Valenzuela (67’ Brayan Palmezano), Israel Poblete (68’ Sebastián Martínez), Claudio Sepúlveda, Juan Córdova, Cris Martínez (56’ Walter Mazzanti), Joffre Escobar (46’ Juan Sánchez Sotelo). Entrenador: Gustavo Florentin.
Goles: 53’ y 62’ Luciano Nequecaur (F), 77’ Juan Sánchez Sotelo (H), 81’ Bruno Scorza (F).