Defensor Sporting y Plaza Colonia, a través de sus directivas, fueron los primeros clubes de la Asociación Uruguaya de Fútbol en mandar a sus jugadores al seguro de paro. No sólo los futbolistas del plantel principal forman parte de este grupo, sino que también se suman el cuerpo técnico, los trabajadores con cargos rentados y la mayoría de la gente que trabaja en el área administrativa. Esta determinación venía siendo estudiada por varios clubes –Danubio lo hará antes del fin de semana–, pero con una dificultad: muchos de los futbolistas que hay en los planteles de la temporada 2020 firmaron sus contratos el 1° de enero de este año, y, según el Banco de Previsión Social (BPS), los trabajadores tienen que haber estado en actividad al menos 180 días para poder contar con el seguro de paro. Defensor, por ejemplo, tiene 14 contratos nuevos; Plaza, por su parte, seis.

“El club está cerrado, y, como en cualquier empresa, no tiene sentido seguir pagando todos los salarios. Sólo quedaron trabajando algunos funcionarios en el área administrativa”, dijo a Referí Andrés Fleurquin, vicepresidente del club violeta. Esta medida no escapa a los jugadores juveniles que tienen contrato con Defensor. Otro caso es el de los chiquilines del interior del país, que son muchísimos, tanto en el equipo tuerto como en los demás clubes del fútbol uruguayo. Los jugadores no nacidos en Montevideo también fueron enviados a sus pueblos.

Con permiso

Los colonienses, además de enviar a seguro de paro a sus futbolistas, también tomaron otra resolución. Los jugadores extranjeros del club patablanca pueden retornar –por ahora– a sus respectivos países. El argentino Imanol Enríquez partió hacia Buenos Aires; los paraguayos Guido Verdún y Santiago Irala viajaron a Asunción, y el brasileño Leonai Souza voló con destino a San Pablo.