Diego Forlán no seguirá siendo el entrenador de Peñarol: la dirigencia aurinegra, con Jorge Barrera a la cabeza y tras una reunión que mantuvieron el presidente y el director técnico, decidió echarlo. Forlán firmó contrato con Peñarol para dar sus primeros pasos como entrenador en 2020. Tras 11 partidos y la derrota del domingo ante Wanderers, no sigue siendo el director técnico y, para reemplazarlo, el artiguense Mario Saralegui firmará contrato hasta el 31 de diciembre. Saralegui comenzará su tercer ciclo en Peñarol mañana, cuando el carbonero reciba a Liverpool en el Campeón del Siglo. Precisamente, Liverpool fue el último club en Uruguay donde trabajaron Mario Saralegui y su ayudante técnico, Ruben Paz.
“Gracias por la oportunidad que me dieron, fue un orgullo para mí dirigir al Club Atlético Peñarol. A los jugadores, muchas gracias por su paciencia, su respeto, su entrega y sus enseñanzas. A todos los que trabajan día a día y en silencio en Los Aromos, de corazón, gracias. Por último: gracias a los hinchas por el cariño. No me quedan reproches, así es el fútbol. Éxitos en lo que venga, ¡arriba Peñarol!”, escribió Diego Forlán en sus redes sociales.
Puro chamuyo
Fernando Morena, Luis Garisto, Mario Saralegui, Gregorio Pérez, Gustavo Matosas, Saralegui otra vez, Julio Ribas, Víctor Púa, Diego Aguirre, Manuel Keosseian, Gustavo Machín, Aguirre otra vez, Gregorio otra vez, Jorge Gonçalves, Jorge da Silva, Diego Alonso, Gonçalves otra vez, Jorge Fossati, Paolo Montero, Pablo Bengoechea, Polilla Da Silva otra vez, Fernando Curutchet, Leonardo Ramos, Diego López y Forlán. Veinte entrenadores pasaron por Peñarol entre 2005 y 2020. Primero fue el contador José Pedro Damiani; después fue Juan Pedro, su hijo, y ahora es Jorge Barrera quien preside el club; los tres, fruto del “damianismo”.
Los dirigentes de los clubes grandes –en este caso, de Peñarol– acumulan horas de radio y televisión y ríos de tinta en prensa escrita para hablar de proyectos deportivos o procesos de trabajo. Forlán se fue de Peñarol luego de dirigir 11 partidos (nueve por el Campeonato Uruguayo y dos por la Copa Libertadores de América). ¿Procesos pensados o puro impulso irracional? ¿No será otro el problema?