Cuando el cielo se torna gris / las luces no entienden que hora es / sentir así no es la cuestión / no distingo el corazón de la razón/ todo ilusión, dice la letra de Gris de Loop Lascano.
El cero no siempre define la grisura de un partido, pero la falta de propuesta de juego desequilibrante, la ausencia de aciertos sostenida, sí. Fue un partido rotundamente gris el de River y Peñarol, apenas un mes después de retomar el campeonato. No hubo fuego, no hubo magia, no hubo una ilación de jugadas colectivas o individuales que promovieran la diferencia, y por ello todo terminó en un empate que no deja buen sabor para ninguno de los dos.
Siempre las expectativas de un enfrentamiento tienen en su arranque una débil proyección de lo que podrá ser el encuentro, hasta que la gráfica va tomando cuerpo. Hasta los 5 minutos no hubo anotaciones en la libretita virtual de la memoria de los cronistas elegidos para recrear el partido por escrito. Fue en ese momento que en el borrador apareció una larga y rápida corrida del paceño Facundo Torres, y un corte a la antigua, rústico y sin tapujos, de Gonzalo Viera, que levantó en la pata al joven delantero justo al borde del área. El zurdazo en el tiro libre de David Terans quedó en la barrera y así el apunte quedó en el abismo de lo descartable y sólo se salvó porque aquella había sido la primera jugada reseñable del partido.
En el cuarto de hora ya había pistas para encontrar un patrón en el juego de Peñarol: pelotas cruzadas y en profundidad a la izquierda para aprovechar las carreras potentes y verticales de Torres. Pasando los veinte minutos apareció el primer momento ofensivo de River, primero con una jugada preparada de tiro libre que casi culmina como estaba pensada, y después un par de pelotas aéreas que complicaron a la última línea aurinegra. Sin demasiada preeminencia en el juego de ninguno de los protagonistas, se avizoraba una leve superioridad aurinegra, simplemente por más juego en campo rival.
Por ahí se quedó el primer tiempo, sin picos ni línea ascendente, pero reflejando una paridad que se dio en el trámite del juego en tanto nadie pudo imponerse.
Para la segunda parte, sin más cambios que el del ingreso de Enzo Martínez por Rodrigo Abascal, el juego inicial no tuvo muchos cambios. Torres amenazaba por izquierda, mientras que Facundo Pellistri no tenía éxito por derecha; River, por su parte, se paró un pasito más atrás, buscando neutralizar primero para después ver que podía hacer en ofensiva. Lo más llamativo fueron pelotas aéreas, fundamentalmente en el arco de River, y unas pocas respuestas de los darseneros buscando alguna corrida.
Sobre el final empezó a empujar Peñarol jugando ya muy cerca del área de Gastón Olveira, pero sin chances claras. La que pudo ser gol fue en el otro arco: ya en los descuentos una preciosa combinación entre Da Luz y Matías Alonso dejó a Da Luz de cara a Kevin Dawson, quien con impresionante atajada salvó el punto que terminó sumando el equipo Mario Saralegui. Hubo ilusión, corazón, pero no razón. Gris.
Detalles
Cancha: Parque Saroldi.
Árbitros: Jonathan Fuentes, Agustín Berisso y Matías Rodríguez.
River Plate (0): Gastón Olveira; Gonzalo Viera, Santiago Brunelli y Horacio Salaberry; Nicolás Rodríguez, Sebastián Píriz, Diego Vicente (70’ Facundo Ospitaleche), Juan P Plada (57’ Santiago Pérez) y Adrián Leites (83’ Maxi Calzada); Matías Arezo (83’ Mauro da Luz) y Juan M Olivera (57 Matías Alonso). Entrenador: Jorge Fossati.
Peñarol (0): Kevin Dawson; Gio González, Fabricio Formiliano, Rodrigo Abascal (46’ Enzo Martínez) y Joaquín Piquerez; Jesús Trindade (64’ Walter Gargano), Cristian Rodríguez, Facundo Pellistri (85’ Fabián Estoyanoff) y Facundo Torres; Xisco Jiménez (85’ Luis Acevedo) y David Terans. Entrenador: Mario Saralegui.