Con motivo de las remodelaciones del estadio Centenario para hospedar las finales de la Copa Libertadores y Copa Sudamericana, varias oficinas que normalmente desempeñan sus funciones allí debieron ser trasladadas. Por ejemplo, algunas del Ministerio de Desarrollo Social (Mides) y de Gol al Futuro, entre otras.
Por este último hecho, el coordinador de Proyectos Especiales de la Secretaría Nacional del Deporte (SND), Alejandro Sagasti, publicó un comunicado dirigido a los equipos integrantes de Gol al Futuro en el que denunciaba “el desmantelamiento y privación de acceso a las oficinas”. Además, en el documento se alertaba que “todas las prestaciones y actividades desarrolladas por parte del programa quedan momentáneamente suspendidas”.
Al respecto, Sagasti explicó a Garra que “cuando se gestionó el tema con Conmebol, las vacunas de Sinovac y las finales, se estipuló que las instalaciones y la sala Franzini, en particular, se necesitarían para centros de cómputo, hosting y prensa”.
Ignacio Alonso, presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), fundamentó a Garra: “Hablé con [Sebastián] Bauzá [secretario nacional del Deporte] y Sagasti y creo que fue un malentendido. Había un acuerdo para que la oficina quedara disponible porque se necesita para las finales”.
Según el presidente de la AUF, el problema se dio “en el traslado y mudanza del mobiliario para la sede de DIFA [Dirigentes de Fútbol Asociados], debajo de la tribuna Colombes”, pero que “el vínculo entre instituciones está bien, conversamos sobre el episodio y está superado”.
La molestia del coordinador de Programas Especiales tuvo su origen en la obra que se sostiene desde agosto y ha implicado que varias empresas se trasladen. “Nosotros trabajamos de forma muy precaria algunos meses, la obra en sí ha sido caótica, como toda obra. Con el polvo y las filtraciones se estropearon algunos materiales y decidimos trasladarnos”, desarrolló Sagasti, y completó: “Andrea Lanfranco y Jorge Casales son los encargados de la obra y no han actuado con la diligencia necesaria para manejar la comunicación entre la SND y la AUF”.
Respecto de los mencionados, aventuró que “quizá no conocen que somos parte de un programa que vuelca muchos recursos públicos, no nos parece correcto el trato y nos llegamos a cuestionar si seguimos impulsando el mismo enfoque del programa”. En particular, no quedó conforme con el traslado ya que “son bienes públicos que no deben tomarse sin autorización. Fueron y sacaron nuestros papeles, computadoras y nos causó mucho malestar”.
No obstante, también destacó el buen diálogo con Gastón Tealdi (vicepresidente de la AUF), Fernando Sosa (integrante del Comité Ejecutivo de la AUF) e Ignacio Alonso. Por esto dejó en claro: “Alonso se disculpó con nosotros y al terminar las obras nos volveremos a las instalaciones habituales”.
“No estamos en contra del programa, ni estamos poniendo palos en la rueda para que se desempeñen. Trabajamos muy bien con las autoridades actuales, nuestra intención es seguir apoyando al programa porque genera efectos positivos en las divisiones juveniles”, respaldó Alonso, y agregó: “Cuando pasen las finales se retomará el uso normal del estadio al menos en el corto plazo”.
A futuro planean trabajar con mayor coordinación. Mientras tanto, Sagasti explicó que continuarán trabajando presencialmente los tutores en los clubes, el área técnica que realiza evaluaciones o cursos en los campos de juego o en el interior y el personal administrativo en modalidad de teletrabajo.
“Hasta que no podamos recuperar los materiales hemos tenido que suspender algunas tareas momentáneamente, aunque el programa sigue funcionando en el territorio, que es donde realmente funciona”, recalcó Sagasti, aunque puntualizó que “si un chico quiere sacar una carta para la exoneración [de Educación Física] del liceo, hoy no podemos hacerlo porque no podemos acceder a nuestro material de trabajo”.
“Son dolores, efectos secundarios que genera el movimiento del estadio Centenario. Es por el bien de todos, porque el estadio está quedando espectacular”, destacó Alonso.