El Campeonato Uruguayo de Fútbol femenino de 2021 se vio afectado primero por la pandemia y posteriormente por conflictos entre los clubes y la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), lo que prorrogó el inicio de la competencia hasta setiembre.
Se pudo disputar la primera fase del 26° Campeonato Uruguayo, que tuvo nueve jornadas. La segunda fase se concretará en febrero. En la Zona Campeonato competirán los cinco equipos que definirán el título: Nacional, Peñarol, Defensor, Liverpool y Atenas. En la Zona Permanencia se definirán dos descensos entre Náutico, River Plate, Danubio, Fénix y Racing.
En la Segunda División, Wanderers se coronó campeón, por lo que ascendió a la Primera División junto con San José, que jugará en la A por primera vez en su historia.
Este año además se jugó la primera edición del Campeonato Uruguayo sub 14, en el que Liverpool terminó en primer lugar. En los campeonatos juveniles ya casi tradicionales, en sub 19 el equipo campeón fue Nacional, seguido por Defensor Sporting y Peñarol, y en sub 16 también fueron de Nacional las campeonas. Triunfaron en la final ante Peñarol 2 a 1, tras haber igualado el torneo en 18 puntos, superando a Liverpool, que quedó tercero con 16.
En lo internacional, Nacional logró un hito histórico al llegar a las semifinales de la Copa Libertadores, igualando el registro de Colón en 2016. Montevideo fue la sede de la final de la máxima disputa sudamericana.
En el fútbol del interior, Laureles de Fray Bentos se quedó con la Copa Nacional de Clubes por primera vez, tras vencer por penales a Nacional de Florida.
Más equidad
El año comenzó con Danubio ganando el programa del Congreso de Fútbol Femenino de la Conmebol, un premio de 10.000 dólares más seis meses de asesoramiento para fortalecer su proyecto. Entre otras cosas, lo aprovecharon para crear una Comisión de Género, algo que también implementó Peñarol en este 2021.
La directiva mirasol generó durante el año varias instancias de mucho valor para la construcción de la equidad de género en el fútbol. En enero se realizó en el Campeón del Siglo un Consejo Directivo conformado en su totalidad por mujeres, un hito histórico para el fútbol uruguayo. Ese día se celebró la creación de la Comisión de Género, sumándose a las iniciativas de Danubio y Defensor. Para cerrar el año, el pasado martes se volvió a generar un Consejo Directivo integrado sólo por mujeres.
Nacional, por su parte, dio un gran paso al consagrarse como el primer equipo de fútbol femenino en la AUF con contratos profesionales para todas sus jugadoras. Si bien los montos no suponen que las jugadoras tricolores puedan dedicarse sólo al fútbol, es un gran avance porque quedaron comprometidas legalmente con la institución y viceversa. La atención médica, utilización de los espacios del club y cobertura de seguridad social, así como los derechos inherentes a cualquier trabajador con contrato, pasaron a ser una obligación de Nacional para con sus futbolistas mujeres.
En cuanto a la Organización del Fútbol del Interior (OFI), Andrea Valiente, la asesora jurídica de OFI durante 17 años, que creó y gestionó la Comisión de Fútbol Femenino junto a su compañera Marta Costoya, fue despedida por Whatsapp y ese espacio quedó disuelto. A fin de año, ambas crearon la fundación Mujeres Celestes, que busca proteger a las deportistas y crear políticas públicas para la equidad de género en el deporte.
El juego
Las jugadoras de Peñarol y Nacional empezaron el año actuando de una forma muy particular. En febrero de 2021, cuando la selección sub 20 se preparaba para la última ronda del Sudamericano 2020, dejaron de concurrir a los entrenamientos debido a que la actividad en la selección interfería con la preparación para el Campeonato Uruguayo y la Copa Libertadores, dejando así sus prioridades claras.
Peñarol empezó mejor por su rendimiento en las competencias internacionales de verano. En el Torneo Desafío, en el Campus de Maldonado, disputó la final ante River Plate, igualaron 4-4 y perdió en la definición por penales.
Las carboneras se preparaban para saldar una cuenta pendiente: jugar la Copa Libertadores 2020, en la que demostraron estar a un buen nivel. Perdieron 1 a 0 en su debut ante Universidad de Chile, empataron 1 a 1 ante las posteriores campeonas, Ferroviaria, y luego fueron eliminadas tras empatar 0 a 0 con Limpeño.
La Copa Libertadores de 2021 se jugó en noviembre. El representante uruguayo fue Nacional, que tuvo una excelente actuación e hizo historia llegando a la semifinal y quedando cuartas, tornándose en el segundo equipo uruguayo en llegar más lejos en esta competencia.
El Gran Parque Central fue el escenario de la final. Nuestra ciudad, que también albergó las finales de la Libertadores y Sudamericana del fútbol masculino, recibió a Corinthians e Independiente de Santa Fe en el partido definitorio. Las brasileñas levantaron la copa tras un 2-0. El Parque Central se llenó de niñas, adolescentes y mujeres que admiran, siguen y fomentan el fútbol femenino, pero también de varones que comienzan a interesarse por esta rama del deporte cuyas práctica y visibilización promueven la equidad de género a nivel social.
Lo local
En marzo se anunciaba que la competencia local comenzaría a mediados de abril, con una divisional A que incluyó a Nacional, Peñarol, Liverpool, Fénix -que ya no fue Canelones-, Defensor, Atenas, Danubio, River Plate, Racing y Náutico. Mientras que en la B jugaron 17 clubes: Rentistas San Jacinto, Progreso, San José, Cerro, Canadian, Wanderers, Boston River, Udelar, Parque del Plata, Villa Teresa, Plaza, Juventud, Rampla Juniors, Keguay, Villa Española, Torque y Villa Española Cimarrón. La Tercera División no se pudo concretar y quedó como aspiración para 2022.
Corrían diez días de abril y el Campeonato Uruguayo de Fútbol Femenino seguía sin comenzar, las restricciones del gobierno por pandemia que impedían el normal desarrollo de los deportes amateur -mientras que el fútbol masculino finalizaba la temporada 2020 y comenzaba la 2021- ya no eran excusas porque había quedado demostrado que en la rama femenina la implementación de protocolos sanitarios había sido un éxito. Había un trasfondo que se ocultaba aprovechando la facilidad de culpar a la pandemia, y tenía que ver con un conflicto entre la AUF y los equipos. Las instituciones querían conocer en qué se estaba utilizando el dinero que ingresaba de FIFA y Conmebol para las futbolistas uruguayas, y la asociación no daba respuestas claras, por lo que decidieron pausar el inicio del campeonato hasta obtener la información.
El fútbol femenino fue claramente perjudicado, y tras cinco meses sin jugar la Organización de Futbolistas Uruguayas (OFU) emitió un comunicado exigiendo que el desacuerdo se resolviera mientras se jugaban los campeonatos de formativas y los de Primera División.
Entre los colegas que admiramos y seguimos al fútbol de mujeres uruguayo, la indignación por la no disputa del campeonato femenino estaba a flor de piel. Uno de ellos era Gabriel López, el mejor, sobre todo en el rubro estadísticas, que esta rama del fútbol uruguayo tenía. La covid nos lo arrebató, el 17 de junio, a sus 45 años. En su honor, el campeonato 2021 llevó su nombre.
En setiembre comenzó la actividad, con goleadas de los grandes. Peñarol 7-0 a River y Nacional -que se preparaba para disputar la Copa Libertadores- 10-0 a Náutico.
Lo novedoso de esta temporada fueron las transmisiones por AUF TV, que se habían probado en la temporada pasada emitiendo en vivo los clásicos y partidos de la selección. Este año se extendió a un partido por fecha, aunque la gestión de este medio fue una de las interrogantes que plantearon los delegados de los clubes a la AUF.
En este contexto, uno de los temas que estuvo latente fue el derecho de imagen de las jugadoras. Tenfield se mostró interesado en transmitir los partidos y algunas jugadoras se opusieron, pero nada se concretó en este período.
En octubre, mientras que en la Copa Nacional Femenina de OFI eran 34 los equipos que participaban, en Montevideo se disputaba el clásico, que finalizó 2-2. Dos de Belén Aquino y dos de Esperanza Pizarro.
En la Primera División, las albas y las aurinegras lideraban seguidas por Fénix y Liverpool, cuando por la cuarta fecha todos los equipos locales recibieron a sus rivales en sus escenarios oficiales. Peñarol-Náutico en el Campeón del Siglo, Liverpool-River en Belvedere, Racing-Atenas en el Parque Roberto, y Danubio-Defensor en el María Mincheff de Lazaroff. Una fecha que marcó un hito.
Las charrúas
La selección femenina de Uruguay goleó 5 a 1 a Puerto Rico en junio y 3 a 0 en la revancha, pero lo más importante fue que las uruguayas jugaron en el estadio Centenario por primera vez desde 1997, lo que Valentina Prego, presidenta del fútbol femenino de AUF, en ese entonces calificó como una “muestra de apoyo institucional”.
En agosto Conmebol suspendió los Campeonatos Sudamericanos Femeninos sub 15, 17 y 20, que ya habían sido suspendidos en 2020. Un mes antes habían prometido que se jugarían todos los torneos de juveniles, “con el fin de potenciar el fútbol femenino y la evolución de las diferentes selecciones sudamericanas”, pero volvieron a quedar sin jugar por la emergencia sanitaria.
En setiembre jugó dos amistosos ante Chile, en el primer partido las charrúas perdieron 1 a 0 y en el segundo empataron 2 a 2.
En octubre, las celestes le ganaron a Boca Juniors 3-0 con dos goles de Sofía Olivera, la golera ex Peñarol que juega en Rosario Central, especialista en ejecuciones de tiro libre. Luego la selección derrotó 2-1 a River Plate con tantos de Ximena Velazco y Daiana Farías.
En noviembre Uruguay cayó 3-2 ante Colombia en el estadio del Deportivo Cali y luego 1-0 en el partido de revancha.
La selección sub 17 jugó en diciembre dos partidos ante su similar de Brasil en el estadio Charrúa. Empataron 1-1 en el primero, lo que fue importante en tanto era el debut internacional de las uruguayas. Brasil goleó 5-0 en el segundo.
Por el mundo
En mayo, en un hecho histórico para el fútbol sudamericano, seis mujeres arbitraron un partido de Copa Libertadores, tanto en la cancha como en el VAR, en el encuentro entre Defensa y Justicia e Independiente del Valle en Florencio Varela, en el estadio Norberto Tito Tomaghello, por la última jornada del grupo A de la Copa Libertadores, con Edina Alves como jueza principal.
En el mismo mes Barcelona ganó su primera Liga de Campeonas tras derrotar 4 a 0 al Chelsea, siendo el primer equipo en conseguir la doble corona: campeón de la Champions en masculino y femenino.
En julio se realizaron los Juegos Olímpicos y en el fútbol femenino Canadá le ganó la final a Suecia.
Para el cierre del año, la jugadora del FC Barcelona Alexia Putellas recibió el Balón de Oro, en la tercera entrega en esta disciplina, convirtiéndose en la primera futbolista española en recibir este reconocimiento.
En el próximo año se realizarán los Sudamericanos sub 17 (marzo en Uruguay) y sub 20 (abril en Chile), más la Copa América de mayores (julio en Colombia) y las Copas del Mundo respectivas serán en India el sub 17 y el sub 20 en Costa Rica. Para el de mayores, en Australia y Nueva Zelanda, habrá que esperar hasta 2023.
Mientras tanto, las jugadoras siguen luchando por sus derechos laborales en torno al fútbol. A lo largo del mundo, la brecha salarial en este deporte se justifica con la falta de audiencia, pero en la mayoría de los casos las autoridades no se esfuerzan por vender el producto fútbol femenino, que es cada vez más demandado y difundido. Las jugadoras son el agente fundamental para la visibilización de este problema de desigualdad. Su activismo es cada vez más notorio e importante, aunque supone una carga que no deberían tener.
A pasos muy lentos llegará el día en que puedan dedicarse sólo a jugar, sin tener que perder tiempo en exigir lo que les corresponde y sin tener que trabajar en otro ámbito, porque el fútbol es una fuente laboral y debe serlo para todas y todos.