Planear

Tras casi un año y medio de pausa por la pandemia, en setiembre la Intendencia de Montevideo (IM) retomó sus actividades presenciales. Al principio, comenzó con clases al aire libre y luego, dado que todo iba funcionando bien, habilitó las piscinas y las actividades en espacios cerrados. Según contó Karina Mundin, responsable del área de Discapacidad de la Secretaría de Deporte y Recreación, durante los meses de quietud “mucha gente se mantuvo en contacto a través de diferentes propuestas, desde Whatsapp a clases por Zoom”. Aunque la respuesta fue grata, no resultó sorprendente porque la participación es muy estable y varios forman parte desde hace 20 años.

“Es muchísima la demanda que hay”, porque “no todas las instituciones deportivas aceptan a personas con discapacidad”, reveló Mundin. Explicó que la causa de la negativa en los clubes convencionales suele relacionarse con la falta de personal que atienda y garantice las necesidades particulares de cada usuario. Organizar una clase para estas poblaciones “es diferente” y “tenés que apuntar a otras cosas”, por lo que se necesitan más docentes y horarios. En la IM la carencia externa se evidencia en el momento de las inscripciones a nuevos cursos, que suelen completarse en menos de un día. “Nos pasó con una clase para niños: abrimos las inscripciones un lunes al mediodía y el martes de mañana se habían llenado los cupos”, relató. Si bien tal convocatoria es positiva, también representa un problema en materia de recursos. “Siempre está ingresando gente nueva, pero hay muy poco egreso”, por lo que cada vez se necesitan más profesores.

Martín Nieves, responsable de la Secretaría de Discapacidad, planteó que aún hay una población que continúa dentro de los hogares “con mucha necesidad de atención”. Pensando en ellos, desde su equipo buscaron generar una serie de planes pilotos que aborden el deporte “en clave de salud”, con una óptica descentralizadora. Así, han trabajado junto a la Secretaría de Deporte y Recreación en diferentes propuestas que surgieron de la demanda de organizaciones sociales. A modo de ejemplo Nieves mencionó un proyecto de bicicletas inclusivas, que fue probado en el Velódromo y, más tarde, replicado en los municipios F y C, porque “está bueno hacerlo con cuidado, de a poco y despacio, para ir viendo hasta dónde se puede llegar”.

“Las dimensiones territoriales tienen su singularidad” y es por esta razón que en ocasiones no es posible replicar los pilotos. También existen otros factores, vinculados al contexto socioeconómico: “Hay momentos históricos en los que se puede promover cosas y otros en los que no, y se tiene que dar prioridades”. Nieves explicó que en la actualidad el principal objetivo es cubrir las necesidades básicas, que se han visto vulneradas durante el último tiempo. Luego de lograrlo, la salud “es un componente a cuidar” y, por lo tanto, intentarán promover el deporte “desde un primer nivel de atención para llegar a la mayor población posible”.

Profundizar

Alejandro Pereda, director de Deportes de la Intendencia de Canelones, sostiene que en su departamento se ha trabajado el deporte adaptado “con una atención especial” desde la gestión anterior. Según contó, a partir de 2015 el área de Deportes junto a la de Discapacidad diagramó dos programas que resultaron protagonistas. En primer lugar, se implementaron las boccias o bochas adaptadas, una disciplina que existe únicamente en el deporte paralímpico. Su práctica se realizó en el polideportivo de Las Piedras, “con un carácter de integración” que buscó sumar, además de a personas con discapacidad física e intelectual, a adultos mayores y sus acompañantes. La siguiente propuesta fue Mar al Alcance, una iniciativa que comenzó en Atlántida, con el objetivo de facilitar el baño de mar a personas en silla de ruedas y de la tercera edad. “Esos fueron los dos programas que más se realizaron en el período pasado, aparte de otras actividades que eran más bien de apoyo a colectivos que las llevaron adelante”, desarrolló.

Ahora se plantean profundizar lo trabajado durante los últimos tiempos. Para eso, piensan generar propuestas en varios de los 11 polideportivos con los que cuentan. Desde la dirección entienden que a pesar de que algunos pueden tener mejores características edilicias, “no es lo ideal” centralizar la actividad en pocos lugares, porque se complejiza el problema del desplazamiento. “El traslado es uno de los inconvenientes más grandes a resolver”, dijo Pereda, porque se trata de un aspecto “clave para asegurar el acceso y la mayor participación”. Expresó que “hay una gran dependencia del medio de transporte para poder concretar los encuentros, sobre todo cuando empieza a cobrar más volumen e involucra a más personas, como se pretende”.

Aunque les hubiese gustado adquirir un ómnibus antes, este año comenzaron con las propuestas sin tenerlo, “porque muchas personas sí logran resolver este inconveniente y se estaban quedando sin actividades”. En San Luis y Las Piedras retomaron las boccias y en Empalme Olmos agregaron horarios para el básquetbol, el tenis y el hándbol en silla de ruedas. También en Las Piedras, en Atlántida y en Paso Carrasco implementaron por primera vez clases de acondicionamiento físico para personas en silla de ruedas, dictadas por un docente en la misma situación de discapacidad. “Esto le agrega un plus de que la gente visualiza que es posible lo que le estás planteando hacer”, opinó Pereda.

Al igual que en Montevideo y Canelones, en la Intendencia de Maldonado (IDM) la Dirección de Deportes elabora los programas de deporte adaptado junto a la Dirección de Políticas Inclusivas. Las actividades se imparten en varios complejos municipales, además de en un campus ubicado en la capital del departamento, que Eliana González, directora de Políticas Inclusivas, destaca por sus niveles de accesibilidad. A partir del 3 de diciembre, Día Mundial de los Derechos de las Personas con Discapacidad, la institución celebró la Semana de la Discapacidad “a través del deporte como factor integrador”. Bajo esa consigna, tuvo lugar el encuentro de Surf Inclusivo, al que González describió como “el evento más importante del año” desde que asumió la actual administración.

Actualmente, la IDM se prepara para una nueva edición de Playa Accesible, un proyecto similar a Mar al Alcance, que funciona en el departamento desde 2014. Este programa, que se desarrolla entre el 3 de enero y el 28 de febrero, es coordinado por un equipo multidisciplinario integrado por psicólogos, trabajadores sociales, docentes y estudiantes de Educación Física, que reciben en promedio a 100 usuarios por día. Durante esta temporada, a las dos instalaciones que hay en Punta del Este y Piriápolis se le sumará una tercera, en Bella Vista.

Concientizar

Maldonado no fue el único departamento con eventos durante las últimas semanas: el 27 de noviembre, se llevaron a cabo en Colonia los Juegos Nacionales Especiales. Si bien la iniciativa surgió de Aurora Saroba, organizadora desde hace varias ediciones, la Intendencia del departamento vio en la propuesta una oportunidad para fomentar la inclusión en los diferentes clubes del territorio. De acuerdo a lo expresado por el director de Deportes, Diego Berretta, esta instancia fue un “puntapié” para generar “concientización” en aquellos centros deportivos que todavía no cuentan con infraestructura accesible. Aunque reconoce que los procesos suelen ser lentos, “lo importante es que el tema está sobre la mesa” y las dirigencias han entendido que es necesario ampliar la oferta de actividades “para que todas las personas puedan tener las mismas posibilidades”.

Asimismo, Berretta destacó el crecimiento que se ha observado en el último tiempo, en el que están implicadas, junto a los clubes, “asociaciones y la propia intendencia, que colabora con todos ellos”. Dentro de Colonia del Sacramento, el director mencionó a Plaza Colonia como uno de los principales agentes de acción, porque trabajaron “en conjunto” en el desarrollo del fútbol para ciegos, sordos y amputados. Además, el club dispuso su gimnasio para la práctica de básquetbol en silla de ruedas y generó un acuerdo con la ONG Buscando Espacios, a partir del cual algunos de sus integrantes forman parte del plantel de la selección uruguaya de personas con síndrome de Down.

Uno de los clubes que se ha relacionado con Plaza Colonia en pos del desarrollo del fútbol para ciegos es Peñarol. José Luis Bringa, responsable de esta disciplina en la institución, es, a la vez, coordinador del área de Deporte Comunitario de la Secretaría Nacional de Deportes. En conversación con Garra, el dirigente dijo que desde el ente estatal se espera que aumenten los interesados en agregar opciones adaptadas a sus espacios. Si bien “falta mucho por hacer”, Bringa destaca que la evolución es notoria tanto en nuestro país como en la región. “Sobre todo a partir de la ley [de Protección Integral a Personas con Discapacidad] 18.651, aprobada en febrero de 2010, el Uruguay ha ido avanzando”, afirmó.