La suerte acompañó a Max Verstappen cuando, a cinco vueltas del final del Gran Premio de Abu Dabi, apareció el auto de seguridad. Hasta ese momento, Verstappen veía cómo el título mundial se escapaba a manos de Lewis Hamilton, que lo superaba con una diferencia de más de diez segundos.
Sin embargo, el equipo Red Bull aprovechó el incidente, llamó a Verstappen a boxes y cambió sus neumáticos por unos nuevos de compuesto blando, más rápidos que los de compuesto duro que el piloto inglés calzaba desde hacía 38 vueltas. En Mercedes, en cambio, optaron por dejar a Hamilton en la pista, lo que demostraría ser un error.
Esta fue la diferencia sustancial para que, en la única vuelta que le quedó a la carrera tras el relanzamiento, Verstappen pudiera sobrepasar a su rival, quedarse con el título de esta temporada –el primero en su carrera– e impedir que Hamilton se coronara por octava vez.
Fue una vuelta de infarto en una carrera que Hamilton había dominado de punta a punta. Incluso en esa última vuelta, tras ser superado, Hamilton logró ponerse a la par de Verstappen en las largas rectas de Yas Marina, a pesar de calzar neumáticos viejos y lentos, pero Verstappen le impidió consumar la maniobra de sobrepaso.
La carrera había comenzado complicada para el neerlandés, que, aunque largaba primero y con gomas blandas, se vio superado por Hamilton en la largada. En la curva 6, sin embargo, Verstappen sobrepasó a Hamilton, pero este cortó camino y retomó la primera posición, sin ser penalizado.
Hamilton se alejaba de Verstappen paulatinamente, y cuando el neerlandés paró a por gomas frescas simplemente espejó la estrategia en la vuelta siguiente, con lo que amplió su ventaja.
Entonces llegó la primera señal de que Red Bull estaba más enfocado tácticamente que los alemanes: dejaron en la pista a Sergio Pérez, el segundo piloto de la escuadra, y le ordenaron retener a Hamilton todo lo posible. El mexicano, por primera vez en el año, cumplió con creces y le hizo perder tres valiosos segundos a Hamilton. Verstappen se acercaba, pero no alcanzó.
La siguiente señal ocurrió durante un primer segundo auto de seguridad (en este caso, virtual). Red Bull aprovechó para parar a Verstappen por gomas frescas, mientras que Mercedes optó por dejar en la pista a Hamilton. ¿Exceso de confianza? Verstappen empezó a acortar la distancia, pero no a un ritmo que le permitiera alcanzar a Hamilton antes de que terminara la carrera.
Fue entonces que, a cinco vueltas del final, una salida de Nicholas Latifi, en su última carrera, provocó la entrada del auto de seguridad, y allí se produjo el error táctico de Mercedes, que volvió a dejar afuera a Hamilton.
Lo que ocurrió luego ya es parte de la historia grande de la Fórmula 1: Verstappen tenía una vuelta para buscar su campeonato y lo logró limpiamente, contra muchas predicciones que apuntaban a su historial agresivo y a los muchos antecedentes de definiciones con choques en la Fórmula 1 reciente.
Verstappen, así, logró destronar a Hamilton, que perseguía su octavo título mundial, y cortó la racha campeona de Mercedes, equipo que de todos modos ganó su octavo título consecutivo de constructores. El año que viene habrá un cambio de reglamento muy grande que seguramente cambie el orden de primacía de los equipos. La era que finalizó hoy fue dominada por el equipo alemán; sin embargo, su piloto estrella, el hombre récord, el que igualó a Michael Schumacher en títulos mundiales, fue derrotado hoy, y ello le deja un sabor amargo a los mercedarios.
Verstappen, en cambio, repite una historia tan vieja como el deporte: la del joven en ascenso que destrona al viejo rey. Seguramente habrá más batallas entre Hamilton y Verstappen, pero esta de hoy se convirtió en un hito imborrable.