En Catar se disputó la final del Mundial de clubes entre el Bayern Múnich y Tigres; el triunfo fue para el equipo europeo -como en casi todas las ediciones de este siglo-. Los bávaros alcanzaron su cuarto campeonato de esta clase luego de que ganaran en 1976, 2001 y 2013.
El gol que definió el partido fue convalido por el VAR. El árbitro uruguayo Esteban Ostojich lo anuló en primera instancia por fuera de juego cuando Benjamin Pavard aprovechó el rebote que el arquero Nahuel Guzmán dejó tras el cabezazo de Robert Lewandowski. Sin embargo, a Ostojich lo llamaron desde la cucaracha y cambió su decisión.
Además de la terna arbitral integrada por Ostojich, Nicolás Tarán y Richard Trinidad, el otro uruguayo en cancha fue Leonardo Fernández. El volante ofensivo ex Fénix integró el banco de suplentes del equipo mexicano, pero el entrenador no lo mandó a la cancha.
Sorprendentemente, el tercero fue el Al-Ahly de Egipto, quien le ganó a Palmeiras. Luego de finalizar 0-0 definieron por penales y los egipcios estuvieron más certeros y se llevaron el bronce por 3-2. El uruguayo Matías Viña fue titular por la banda izquierda de los brasileños.