La gran cita fue este sábado en el gimnasio 10 de Julio de la capital floridense, cerrando una semana en la que se vivieron 32 partidos de la máxima competencia de clubes a nivel continental en futsal.
San Lorenzo y Carlos Barbosa auguraban un gran partido y no defraudaron para nada. Fue una final tremenda, muy disputada, muy detallista desde el punto de vista táctico y estratégico, y, por supuesto, con emociones hasta el último segundo. En los cuarenta minutos el resultado fue 3-3. Después de un primer tiempo formidable de los argentinos, el equipo brasileño sacó a relucir su chapa de grande de Sudamérica y en ocho minutos del complemento ya lo igualaba 3-3.
Todo hacía pensar que el Barbosa seguiría de largo en el marcador, a influjo de su principal figura Murilo. Sin embargo, el empate se mantuvo y forzó los dos tiempos suplementarios de cinco minutos.
En la prórroga los de Boedo pegaron primero y supieron defenderse de manera extraordinaria. Con un golero magnífico como Steccato, la presencia del campeón del mundo Damián Stazzone, y un todoterreno como Lucas Bolo -quizás el mejor jugador de la Copa-, San Lorenzo selló el 4-3 a su favor y festejó en el 40x20 de Florida. Por primera vez un club argentino obtuvo la Copa Libertadores, un torneo dominado por los brasileños, que en 18 ediciones habían ganado 17.
La competitividad del torneo es cada vez mayor. La intensidad de los trámites, la preparación de los equipos, la paridad en su máxima expresión que se puso de manifiesto en el resultado final, con un San Lorenzo en lo más alto del podio celebrando su merecido logro.
Párrafo aparte para uno de los protagonistas de la final, el árbitro uruguayo Daniel Rodríguez, ya un clásico de los partidos decisivos tanto de clubes como de selecciones. El internacional ya suma 23 finales en su carrera y volvió a demostrar su categoría a la hora de pitar. Otro mojón clave en su camino a Lituania 2021, donde llegaría a su tercera presencia en Copas del Mundo.
Seguimos lejos
La Copa Libertadores marcó una vez más el flojo momento que vive el futsal uruguayo. Más allá de algún partido en que más que nada Peñarol se mostró competitivo, los números finales son lapidarios. De 30 puntos disputados por los grandes de nuestro país, sólo se consiguieron cuatro (una victoria y un empate contra bolivianos y paraguayos, respectivamente).
En las posiciones finales Peñarol quedó octavo y Nacional décimo, en una copa realizada en Uruguay. Rendimientos para replantearse muchas cosas y recuperar terreno perdido.