Como hace una semana, pero de forma todavía más contundente, el neerlandés Max Verstappen ganó en el Red Bull Ring, el circuito donde su equipo es locatario.
Por lo aplastante de la victoria, varios comentaristas hablaron de “red bullying”, aunque como equipo no todo fue perfecto para los de la bebida energizante, dado que Sergio Pérez, el segundo piloto de la escuadra, cometió numerosos errores y mereció dos penalizaciones, que en total lo relegaron a la sexta posición, cuando lo esperable era que llegara justo detrás de Verstappen.
En cambio, en segundo lugar arribó Valtteri Bottas, el “piloto dos” de Mercedes Benz, dado que Lewis Hamilton estuvo de perfil bajo todo el fin de semana: partió cuarto, llegó a estar en segunda posición y arribó cuarto. En carrera, el heptacampeón se quejó constantemente de su auto y particularmente de las gomas. Por el bien del campeonato, es esperable que el británico vuelva a su antiguo espíritu triunfador.
Tras Bottas arribó el piloto del día, Lando Norris, a bordo de un McLaren. El británico había conseguido una sorprendente segunda posición en la largada y, tras una parada en boxes complicada, logró remontar y recuperar una posición, nada menos que frente al actual campeón, Lewis Hamilton.
Detrás de Hamilton llegaron Carlos Sainz (Ferrari), Pérez, Daniel Ricciardo (McLaren), Charles Leclerc (Ferrari), Pierre Gasly (AlphaTauri) y Fernando Alonso.
En dos semanas la acción recomienza en Inglaterra, y a esta altura es difícil pensar en otros favoritos que los Red Bull, aunque la de Silverstone es una pista en la que muchos equipos son locatarios, dado que la mayoría de sus fábricas, más allá de la bandera nacional, está en la región del circuito inglés.