Plaza Colonia se volvió a coronar campeón de un torneo corto, como lo hizo en 2016 cuando ganó el Torneo Clausura. En esta ocasión, se quedó con el de la primera parte del año y sacó una ventaja muy interesante, de siete puntos, pensando en la posibilidad de ganar la tabla anual para luego ser campeón uruguayo.
En esta vuelta al éxito hay una figura repetida: el entrenador Eduardo Espinel, que retornó al club luego de pasajes por Santiago Wanderers de Chile, Wanderers de Uruguay y Guabirá de Bolivia. Espinel fue un acierto de la gerencia deportiva, así como contrataciones importantes que llegaron, algunas para el Clausura pasado y otros para este Apertura, y se fueron convirtiendo en jugadores clave.
Uno de los que se convirtieron en figuras fue el arquero Santiago Mele. Terminó con el arco menos vencido del Apertura, recibiendo únicamente siete goles. El último registro de un equipo recibiendo tan pocos goles lo tenía Peñarol cuando fue campeón del Clausura 2017 recibiendo también siete goles.
Con datos de la empresa Newen Analytics, vamos a repasar las principales virtudes del equipo que fue campeón anticipado del Torneo Apertura 2021.
Cuando defendieron
Uno de los factores relevantes en la obtención del título fue el trabajo defensivo de Plaza Colonia, cuarto equipo que recibió menos remates por partido, con 9,67 cada 90 minutos. En relación a la probabilidad de esos remates de terminar en gol, observando así los Goles Esperados en contra (xGA) generados por sus rivales, se esperaba que Plaza Colonia recibiera 14,64 xGA. Recibió apenas la mitad.
¿Qué son los xG? Los Goles Esperados son una métrica que analiza la calidad de los remates asignándoles una probabilidad de que un intento de esas características termine en gol, basado estadísticamente en cuántas veces una situación de ese estilo terminó concretándose en el pasado.
De esos 9,67 remates que recibía Plaza Colonia, 3,24 los recibía Santiago Mele. Lo que también indica un buen trabajo defensivo, ya sea interceptando remates o forzando a los rivales a rematar fuera del arco.
Mele promedió 2,87 atajadas por partido y con ellas evitó 5,45 goles. Los goles evitados se calculan con base en el xG, considerando las características del remate y hacia qué zona del arco fue efectuado. Con estos cinco goles que evitó Santiago Mele, fue el golero que lideró la estadística gracias a sus atajadas.
Plaza Colonia mantuvo el arco en cero en nueve ocasiones y en la recta final del torneo, en los últimos seis encuentros, no recibió ningún gol.
El trabajo defensivo no recaía sólo en el arquero, más allá de su gran actuación: era un trabajo colectivo que dejaba muy pocos espacios a los rivales, con un bloque compacto e intenso a la hora de marcar. En ese trabajo se destacaron Leonai, Yvo Calleros y Haibrany Ruiz Díaz, con más de seis pelotas interceptadas por partido, apareciendo entre los jugadores que más interceptaron del Apertura.
A su vez, Leonai se encuentra entre los jugadores que disputaron más duelos defensivos cada 90 minutos, con 12,9, y ganó 63,5% de ellos. El volante brasileño fue otro de los aciertos de la gerencia deportiva, junto al goleador del equipo, Diogo de Oliveira. Dos jugadores que estaban en categorías bajas del fútbol paulista y luego de un certero trabajo de scouting fueron fichados por Plaza.
Duelos defensivos de Leonai Souza
Ya destacamos los duelos disputados por Leonai, en un rubro en el que todo el equipo destacó, ya que fue el segundo que disputó más duelos defensivos por partido, con 81,58, y el equipo que interceptó más pases, con 48,52 cada 90 minutos. También fue el segundo equipo que realizó más faltas, con 15,65 por encuentro. Cuando no tenía la pelota, todo el equipo se comprometía para recuperarla lo más rápido posible.
Cuando un equipo defiende bien en un bloque bajo y compacto, como muchas veces presentó Plaza, termina forzando a sus rivales a tirar centros desde los costados. En ese momento aparecía Mario Risso, el mejor cabeceador del campeonato, que ganó 70,15% de los duelos aéreos que disputó en el Apertura. Este porcentaje, que lo coloca como el jugador más efectivo de esta métrica, se incrementa incluso si observamos los duelos aéreos dentro de su propia área. En esa zona Risso ganaba 84,62%, siendo prácticamente insuperable.
Cuando la tuvieron
Al recuperar la pelota, el encargado de moverla rápidamente a zonas de peligro rival era Álvaro Fernández. El Flaco colocó 10,37 pases al último tercio de la cancha, con lo que aparece entre los diez jugadores que más pases ponen por partido a la zona de finalización de su equipo.
Muchos de esos pases tenían destino en Nicolás Dibble, el encargado de ponerle vértigo al ataque encarando a las defensas rivales. Dibble promedió 11,17 regates por partido, fue el segundo jugador del torneo que más buscó encarar a los jugadores contrarios. En cuanto al éxito de esta acción, el atacante ganó 50% de sus regates, un número interesante considerando la posición en la que juega.
El desequilibrio en ataque lo ponía Dibble y el gol llegó muchas veces a través de Diogo: seis goles para el delantero brasileño, que rindió por encima de los 4,69 goles esperados (xG) que generó con sus remates.
Plaza Colonia anotó 20 goles en el Apertura y, de los seis equipos que terminaron arriba en la tabla de posiciones, fue el que menos convirtió. Sin embargo, como remarcamos antes, el gran trabajo defensivo le permitió ganar varios partidos por la mínima diferencia.
Lo más positivo del goleo patablanca fue que no recayó en un solo jugador. Si bien destacamos a Diogo como el goleador del equipo, de los 21 jugadores que utilizó Espinel a lo largo del campeonato, diez anotaron goles.
Un equipo formado por muchos jugadores del departamento y zonas aledañas, con una idea de juego clara, comprometido a la hora de defender, que priorizaba el colectivo por encima de las piezas individuales. Estos fueron algunos de los datos destacables del campeón del Apertura, que sueña en grande y tiene con qué dar pelea.