El suplemento deportivo de la diaria ha cambiado de nombre, de extensión, de blanco y negro a color, ha cambiado su publicación de día de la semana, y también hemos cambiado quienes lo hacemos. Tanto los nombres de quienes trabajamos, como las personas mismas, que nos hemos visto modificadas, enriquecidas y en constante aprendizaje con cada página publicada.
Lo que Garra se sigue proponiendo demostrar en este presente es que la mirada sobre el deporte es un aspecto fundamental para la comunicación de un país, para la vida política y cultural de una sociedad moderna. El deporte es un eje central de la cultura actual. No sólo desde el punto de vista del consumo cultural ‒con su fuerza económica resultante‒ que eso es lo que el deporte espectáculo representa en nuestros días, sino también desde la práctica ‒el hacer‒ cultural y social de las disciplinas deportivas, de los modelos de organización política en torno a los cuales la comunidad se imagina a sí misma practicando, participando en un evento deportivo, o siendo un agente de cambio para una disciplina o club por el que sienten profundo amor y respeto, cosechados tras ver su vida moldeada, modificada, enriquecida siempre por esas prácticas, que en muchos casos son masivas.
El deporte da forma a nuestro espacio público, moldea nuestra charla cotidiana y también se mete en nuestro cuerpo cuando decidimos qué hacer con nuestro tiempo. Los discursos construidos en el ámbito deportivo se esparcen por la sociedad, se filtran en las raíces culturales. Incluyendo aquellos construidos desde el periodismo deportivo. Que si dirigentes, deportistas, representantes, policía, hinchas, políticos hacen o dicen esto o aquello. ¿Cuántas veces lo hemos escuchado, lo hemos leído?
La invitación es a patear a un costado el prejuicio, sentarse frente a la página de un diario, o frente a la web, para preguntarnos a nosotros mismos si todo lo que nos decimos sobre el deporte y sus protagonistas, si el espejo en el que nos miramos, en realidad nos muestra algo que se parezca a la realidad.
La misión es que en estas páginas se puedan encontrar las más variadas historias, un aporte de riqueza cultural, pensado en clave periodística, que no sólo contemple aquello de lo que se supone que todos debemos estar pendientes. Atender a los fenómenos desde su complejidad y con una mirada reflexiva, que nos interpele.
Ya van 200 Garra haciendo esto. La invitación seguirá siendo la misma: a disfrutar, a compartir la preocupación y a construir la narrativa de lo que llamamos deporte. Lectores y lectoras, gracias por acompañar a Garra en cada publicación, y desde mucho antes también a este medio, que eso somos, la sección deportiva de la diaria.