El regreso de Luis Suárez y Sergio Rochet de la selección no mejoró el bajo juego que viene mostrando Nacional en los últimos partidos. Tercer empate consecutivo para el bolso, que sigue siendo líder de la Tabla Anual de forma holgada, con 71 puntos. Pero le da la oportunidad a River Plate o a Deportivo Maldonado de llegar a lo más alto de la tabla del Clausura, en caso de que haya un vencedor en el partido que los enfrenta mañana.
Fénix jugó un gran encuentro, resistió los ataques de su rival y por poco no se llevó los tres puntos. Tercer empate consecutivo para los dirigidos por Ignacio Pallas, que se posicionó noveno en el Clausura, con 13 puntos, y en la Anual, con 44.
El habitual gran juego de transiciones de Nacional no intimidó a Fénix. La primera media hora del equipo de Capurro fue muy valiente: presionante en la salida del rival, duro en los duelos y rapidísimo para intentar sacar el contragolpe apenas recuperó la pelota. Pero también hay que destacar que los grandes contragolpes de Nacional no aparecieron en el primer tiempo. El tricolor no resignó salir por abajo, pero el planteo del local lo incomodó mucho y a eso se sumó su imprecisión en situaciones sin tanta oposición. El único problema en el juego de Fénix fue que estuvo muy poco fino en el último tercio, no pudo inquietar en nada el arco de Sergio Rochet.
La falta de precisión de ambos lados hizo que el partido fuera de transiciones constantes y muy pocas posesiones cortas. Nacional no estuvo fino en ninguna situación de juego con pelota, pero la diferencia de calidad evidente en su zona ofensiva hizo que las chances más importantes de gol fueran a su favor.
La excepción ante tanto error fue Luis Suárez, que estuvo particularmente enchufado: bajó su posición en cancha más de lo habitual para mejorar la salida, ayudó a su equipo con sus usuales buenos apoyos y puso un par de pelotas entre líneas. Su único problema estuvo en su principal virtud, contó con las mejores chances para abrir el marcador, pero no terminó de afinar el remate.
Sobre el final del primer tiempo, el tricolor empezó a inclinar cada vez más la cancha hacia el área rival y empezó a tener más ocasiones. Pero Fénix resistió hasta el descanso. En el complemento Nacional consolidó su dominio, tuvo más la pelota y empezó a transformar en figura a Agustín Requena, que hizo dos atajadas extraordinarias en los primeros 10 minutos. Chances erradas son goles en contra. En la primera situación de gol que tuvo en el partido, a partir de un grave error de Mathías Laborda, Roberto Fernández abrió el marcador a favor del local.
El golpe fue duro para el tricolor, le costó volver a controlar el juego y no pudo inquietar a Requena por largo tiempo. Por su parte, Fénix se replegó y sus jugadores empezaron a demorar todo lo posible la reanudación del juego en cada pelota quieta. A eso se sumó un tremendo trabajo de la última línea del local, que soportó los embates de la ofensiva tricolor.
Pablo Repetto vio que el partido se le iba sin que Nacional lograra tener situaciones y mandó a Juan Ignacio Ramírez y a Emmanuel Gigliotti a cargar el área de Fénix. Tres 9 en campo para el bolso. Fénix metió todo atrás y Nacional eligió meter pelotas en el área para buscar a sus delanteros. En los minutos adicionados, Leonardo Coelho cumplió con la ley del ex y salvó a Nacional de la derrota con un buen cabezazo luego de un córner: 1-1. No quedó mucho tiempo para nada más, el tricolor no tuvo más chances de lograr la victoria.