Con un gol del pedrense Pedro Milans Carámbula, que en esta misma copa había anotado también para Juventud de Las Piedras, Peñarol derrotó 1-0 a Plaza Colonia y se metió en semifinales del torneo que ha puesto en competencia a buena parte del mapa futbolero uruguayo.
Le costó muchísimo a Peñarol, que hizo mucho por el triunfo, pero también hizo mucho Plaza por tratar de llevar el partido a un estadio de indefinición que le permitiera, si cabía, la oportunidad de dar el golpe.
Ahora Peñarol jugará en semifinales con el ganador del partido del próximo miércoles entre Rampla Juniors y La Luz.
¿Cuánto vale en nuestras aldeanas vidas lejos de la metrópoli una llegada de la vuelta, un toque musical, un partido de fútbol con los cracks de la televisión? No es valorable más que en emociones que después serán recuerdos, cuentos y olvidos, pero cuando el evento en cuestión, en nuestro caso, el partido por cuartos de final de la Copa Uruguay, emite una vibra especial, la gente generará historias mínimas de aquella noche en el estadio Artigas de Paysandú, que sigue desde hace años rengo de su tribuna principal, pero da plenitud con sus otras tres llenas de hinchas.
Personalmente, no estoy convencido de que se permitan trasladar localías tan lejanas, pero sí lo estoy de lo bueno de que el fútbol recorra el país y pase por todas las canchas, que es bien distinto a la controvertida desinformación de que llegue el fútbol al interior, cuando en todos los pueblos del país corre una pelota desde hace más de 120 años.
En ese clima festivo, el partido se vivió con disfrute y emoción en las tribunas, y con esforzada paridad en la cancha.
En la primera mitad, triunfó la buena ejecución del plan de Alejandro Cappuccio, que neutralizó a Peñarol en tres cuartos de campo propio agrupando futbolistas y marcas con su móvil planteo de 4-1-4-1 que hizo que a veces la última línea tuviese cinco futbolistas, o que los tuviera la línea media, sin renunciar al arranque de Nicolás Dibble o Ramiro Quintana.
La más peligrosa de esa parte fue un gran desborde de Pedro Milans trepando por el lateral derecho que terminó en un centro del pedrense, que frenteó de buena manera el argentino Hernán Rivero, pero la pelota choco contra el travesaño.
A los 10’ del complemento, otra vez Hernán Rivero estuvo a centímetros de abrir el marcador, pero el palmirense Nicolás Guirín hizo una tapada maravillosa. El grandote delantero argentino fue a buscar con convicción un centro abanado de Milans, ganó y en el área chica le pegó fuerte, pero atajó Guirín. De inmediato, Plaza sacó una gran contra que se abortó en el último pase, pero era peligrosa.
Fue cinco minutos después que Pedro Milans Carámbula la calzó de zurda de afuera del área y puso en ventaja a Peñarol. Milans, además de ser el primer jugador en avanzar fases con dos clubes distintos, ahora es también el único jugador que anotó con dos clubes en la primera edición de la copa. Y no sólo eso: su tiro cruzado definió el partido y la clasificación.
Peñarol se va afirmando y apunta a una copa que merece toda la consideración.