Con gol de Santiago Mederos a los 35, Plaza Colonia superó a Peñarol en su casa y sumó tres puntos de oro, sobre todo pensando en el año que viene. El conjunto de Alejandro Cappuccio se ubica en la decimosegunda posición en el Clausura y en la peor zona de la tabla Anual, donde sólo supera a Rentistas y Cerrito, y por eso estas unidades son importantes: en la temporada 2023 Plaza arrancará peleando el descenso.
En un Torneo Clausura que está en la recta final, Peñarol no pudo cumplir el claro objetivo de ganar para sumar y crecer en las tablas, perdiendo la chance del título y mermando la posibilidad para acceder a la zona de clasificación directa a la Copa Libertadores. El aurinegro quedó clavado en la séptima posición del Clausura y en la sexta de la Anual, y le quedan como próximos rivales Boston River, River Plate y Cerro Largo
El patablanca tuvo la revancha tras el 1-0 por Copa Uruguay algunos días atrás, instancia en la que Plaza quedó eliminado y Peñarol clasificó a semifinales. El conjunto de Leo Ramos se presentó con la baja de Facundo Bonifazi, que atraviesa un cuadro febril, además de la ausencia que acarrea el mirasol Valentín Rodríguez, que se recupera de una rotura fibrilar del cuádriceps.
La revancha
El partido se disputó en un Campeón del Siglo a tope, gracias a la iniciativa del aurinegro de cobrar las entradas para las tribunas Güelfi y Cataldi a 131 pesos, en honor al aniversario del club, celebrado en setiembre.
En los primeros minutos ambos tuvieron acercamientos sin mayor peligro, y durante la primera parte la tenencia del balón fue compartida, hasta que el equipo le cambió a Leonardo Ramos porque salió lesionado Sebastián Cristóforo, con un inconveniente en el posterior, en su lugar ingresó el Toto Sergio Núñez, cuando faltaban cinco minutos para la primera media hora de juego.
Peñarol tuvo varias pelotas quietas que no supo aprovechar, y como goles errados son goles en contra, Plaza se fue acercando cada vez más. Nicolás Dibble, que venía conectando bien con Natanael Guzmán, tuvo una buena chance a la media hora: quedó solo bien parado frente al arco pero le pegó mal.
Pero para la alegría faltaba poco, porque cinco minutos más tarde la visita abrió el marcador tras una espectacular jugada en la que combinaron de gran manera Mederos y Dibble, que recuperó una pelota perdida por Agustín da Silveira, y con una corrida por izquierda se la dejó al extremo que venía entrando por la banda contraria.
Los goles casi siempre cambian la pisada; despiertan o achacan, juegan a favor o en contra. En Peñarol pareció que nada había pasado, la presión fue la misma, dio la sensación de que los futbolistas jugaban con el mínimo esfuerzo.
Entonces, tras el paso del tiempo y el poco cambio en el juego, probó con cambios el DT, ingresaron Nicolás Milesi y el argentino Hernán Rivero, pero no pudieron cambiarle la cara al equipo: estuvo más cerca Plaza de convertir el segundo que Peñarol de igualar el asunto.
A lo último, Ebere Osinashi sacó un buen remate que pegó en el palo cuando faltaban diez minutos de juego. Más tarde, con pase de Rodrigo Saravia, el aurinegro tuvo el gol en los pies de Da Silveira, pero el zaguero definió de mala manera, desilusionando a los espectadores que anhelaban el gol agónico que sellara la igualdad. La mediocridad en su máxima expresión: la ilusión con un empate.
Y así se fue terminando el partido, sin chances para el aurinegro y con el enojo a flor de piel en la cara de Ramos, por un Peñarol sin ideas al que la hinchada le reclamó durante buena parte del partido.