España y Alemania empataron 1-1 en el partido correspondiente al Grupo E, y dejaron las cosas bastante encaminadas para decidir la clasificación. Tras la victoria de Costa Rica sobre Japón y este resultado, España lidera de manera absoluta y está casi adentro, por más que si pierde con Japón podría complicarse, mientras que Alemania deberá ganarle a Costa Rica y esperar que no ganen los nipones.

De momento, Francia es el primer clasificado a octavos de final.

Algo por el estilo

Por más que en el Río de la Plata, y sumemos Brasil, Chile y Paraguay, hemos visto decenas y decenas de partidos internacionales de selecciones, estar en este siglo XXI en un Mundial, en un partido entre España y Alemania, es una situación especial que hay que aprovechar, pero además valorar la instancia, la coyuntura, por la que se están enfrentando estos dos grandes del fútbol europeo contemporáneo.

A esto sumarle como valor que las dos selecciones, provistas por Adidas, calentaron en el campo con camisetas blancas con detalles de arcoíris como una forma de superar la prohibición de FIFA de usar el brazalete multicolor que representa a las colectividades LGBTQI.

El comienzo español fue superior y llegó a ser avasallante para la defensa alemana, que encontró en Manuel Neuer su salvación cuando tras un brillante remate de Dani Olmo se estiró y le metió la mano, y la pelota, después de dar en el travesaño, se fue al córner.

Alemania de contragolpe puso en alerta a la defensa roja, y a pesar de que finalmente se cobró posición adelantada, Unai Simón había salvado su valla.

Las diferencias iniciales de propuestas futbolísticas eran notorias en tanto España circulaba como un bloque tocando en corto, con pelotas seguras, mientras que Alemania dependía de largas carreras, y alguna perdida combinación de sus jugadores.

La contienda estratégica se manifestaba de manera extraordinaria cuando Alemania utilizaba una presión a fondo en el campo español, colocando a ocho futbolistas a la marca de aquel toque, y España lograba superar esa salida quedando con campo para correr.

Ritmo de la noche

Al trote Sergio Busquets atravesó la mitad de la cancha y metió una pelota filtrada exquisita para Jordi Alba que se metió de manera eléctrica en campo contrario, enganchó para su pierna derecha y remató al lado del caño.

Sobre la primera media hora de juego hubo cierta variante en el juego porque España ya no pudo traspasar fácilmente el bloqueo alemán, y entonces la pelota quedaba en su propio campo con la posibilidad de que los germanos iniciaran un rápido ataque. Sobre el final de la primera parte Alemania, con su estrategia de desgaste en campo contrario, empezó muy lentamente a tomar el control del partido, hasta que se fueron a los vestuarios para volver como empezaron.

El ritmo fue ligeramente inferior, como si en ambos vestuarios se hubiese planteado manejar los tiempos.

Los resultados de la primera fecha además signaban el desarrollo del tiempo final, en el entendido de que Alemania quedaría en extremo comprometido para la última etapa si volvía a perder, mientras que España quedaba líder único y casi adentro con el empate.

Goles son amores

Una mala salida, inicio de proceso de juego de España, permitió un robo alemán de Muller y un remate de Gundogan que Unai Simón salvó a duras penas. Pero seguía estando Busquets en campo, poniendo un pase en profundidad para Jordi Alba que trepó y mandó un centro pase como cuchillo caliente en manteca para que ingresará Álvaro Morata y tocara de calidad y oportunidad para vencer a Neuer.

Ahí se empezó a prender fuego el partido porque el gol le abrió el campo a España y Alemania multiplicó su desespero al quedar muy complicado. El jovencito Jamal Musiala tuvo el empate, pero Simón salvó.

Al desespero, Alemania empezó a copar campo y área contrarios. Se veía venir, por un lado por cierto descuido o pérdida de concentración por parte de España para liquidarlo, y por el otro por la ley no escrita de que a los grandes los pisás en el piso o se levantan y te dan vuelta. Así fue que a los 37´ apareció Nicolás Füllkrug que cortó en el área recibiendo del impredecible Musiala y fusiló a Simón.

Después ese cuarto de hora final dejó sensación de que Alemania lo podía dar vuelta, y casi lo logra en la última cuando Sané se metió en el área, dejó atrás a Simón, pero la hizo muy larga y su pase atrás fue interrumpido y mandado al córner.

Fue un gran partido, que dejó a España muy cerca de la clasificación por la buena diferencia de goles que tomó ante Costa Rica -debería perder por goleada ante Japón y que Alemania le ganara por goleada a Costa Rica, o que los ticos vencieran- y a los alemanes bastante más lejos de la eliminación.