Con dos goles de Bruno Fernandes, a los 54 y a los 93 minutos -este último de penal-, Portugal le ganó a Uruguay en la segunda jornada por el grupo H. La celeste quedó complicadísima en las chances para avanzar a la siguiente fase y ahora debe esperar a lo que pase con los otros partidos para avanzar a octavos de final.
El conjunto charrúa se enfrentará a Ghana, -que en esta jornada superó a Corea- el próximo viernes a las 12.00, mientras que Portugal se medirá con Corea del Sur.
El match
El partido comenzó con dominio portugués. Los acercamientos ofensivos del conjunto de Fernando Costa empezaban en el medio de la cancha, donde el conjunto charrúa perdía la pelota con facilidad, pero la celeste se paró con una línea defensiva estática, con la que pudo evitar el peligro del rival.
Rodrigo Bentancur -que ya había sido advertido por el árbitro-, recibió una tarjeta amarilla a los seis minutos de juego por una falta sobre Ruben Dias.
El conjunto de Costa jugó toda la primera parte volcado al ataque, para lo que combinaron bien Bruno Fernandes y Nuno Mendes. Pero recién a los 29 tuvo que intervenir Sergio Rochet, tapando un disparo de Fernandes.
Uruguay temporizaba, tratando de retrasar las llegadas de los europeos, y esperaba el momento indicado para salir de contra. A los 31 minutos Costa ahogó el grito de gol charrúa tras el remate de Rodrigo Bentancur, que llegó solo al área rival, sacándose de encima a Ruben Dias y Carvalho pero no pudo superar en el mano a mano al arquero luso.
Dos minutos después, Joao Felix disparó desde lejos y la pelota se desvió con un compañero. En ese momento se emparejó el asunto. Volvió a llegar Rodrigo Bentancur, pero perdió la pelota en el intento de asistir a Valverde.
Ruben Neves recibió tarjeta amarilla por una falta sobre Federico Valverde. Y a los pocos minutos hubo un cambio obligado en Portugal, salió sentido Nuno Mendes, jugador que no fue convocado al primer partido por lesión. En su lugar ingresó Raphael Guerreiro.
Al término del primer tiempo, Mathías Olivera recibió tarjeta amarilla por no dejar sacar a los portugueses. Y antes de que el juez pitara el final de la primera parte, Joao Felix probó desde lejos y la pelota se fue afuera.
La intención no es lo que vale
En el comienzo del complemento, cuando Uruguay presionaba, ingresó un hincha a la cancha con la bandera de la diversidad y se detuvo el juego.
Joao Félix se acercó con un remate desde afuera, tras la asistencia de Bernardo Silva, y así Portugal empezó a superar a los de Diego Alonso. Sólo faltaba el gol.
Cristiano Ronaldo estaba parado frente al arco celeste cuando le llegó una gran pelota de Bruno Fernandes. Estaba solo, y solo debió peinar la pelota para que ingresara al arco de Rochet. Ese hubiese sido el noveno tanto del máximo goleador portugués en la historia de los mundiales, pero la FIFA se lo dio a Bruno Fernandes.
El cotejo no dejó de ser dinámico en ningún momento, porque con un gol a favor de Portugal, Diego Alonso movió fichas que le cambiaron la cara al equipo. Ingresaron Facundo Pellistri y Giorgian de Arrascaeta por Diego Godín y Matías Vecino, y más tarde Maxi Gómez y Luis Suárez en lugar de Cavani y Núñez.
El recién ingresado Gómez generó la más clara de Uruguay, pero la pelota terminó en el palo por fuera de la red. Enseguida llegó Suárez tras el pase de De Arrascaeta, la pelota se fue cerca.
Uruguay presionó en los últimos minutos como no lo había hecho en el resto del partido. Diogo evitó en dos tiempos el disparo de Giorgian, pero la alegría duró poco.
En el último minuto reglamentario, el juez chequeó el VAR y determinó penal por una mano de Jose María Giménez en el área Bruno Fernandes lo cambió por gol y selló el triunfo del equipo europeo, quedando el conjunto charrúa complicadísimo para avanzar a la siguiente fase.
La revancha
Este fue el segundo encuentro entre Uruguay y Portugal por un mundial. El rival de la celeste buscaba quedar primero en el grupo y sellar su clasificación a octavos de final.
Portugal tuvo revancha, luego de la disputa por el Mundial de Rusia, el 30 de junio de 2018, en la que Edinson Cavani convirtió el doblete del triunfo 2-1 de la celeste, y eliminó a Portugal -el entonces campeón de Europa- de la competencia en octavos de final.