l grupo G se resolvió con dos resultados sorprendentes en el cierre de la fase de grupos de Qatar 2022. Camerún logró una victoria en mundiales luego de veinte años, por la mínima como Brasil y Suiza volvió a ganarle a Serbia por un mundial, en esta ocasión por tres goles a dos.

El desenlace fue tardío, ya que luego de los primeros 45 minutos, ambos partidos simultáneos de la fecha de cierre del grupo G estaban empatados. Brasil y Camerún sin goles y Serbia y Suiza 2-2. La acción se reservó para los minutos finales.

Batallaron

Serbia-Suiza ofrecía mucho más que una disputa deportiva. Con el antecedente de 2018, que fue victoria de Suiza también por fase de grupos, la historia reciente también aportaba condimentos.

Suiza comenzó arriba en el marcador con gol de Xherdan Shaqiri, pero Serbia lo dio vuelta de la mano de Mitrovic y Vlahovic. Como respuesta Suiza empató justo antes del descanso. Ida y vuelta, el encuentro cerró los primeros 45 minutos con seis disparos para Serbia y nueve para Suiza. Con este resultado, Suiza sellaba su pasaje a octavos.

Un partidazo se desenlazó en el segundo tiempo. A los cuatro minutos Suiza volvió a subir en el marcador gracias a un balón elevado de Shaqiri al área, que Vargas aprovechó con un taco exquisito que lo habilitó al mediocampista del Nottingham Forest Remo Freuler que definió cruzado de forma inmejorable. Tres a dos y un tiempo entero por jugar.

Las rispideces, ya presentes, afloraron en el último trecho de la disputa. En los descuentos los jugadores se tomaron de la camiseta, se insultaron y la terna arbitral repartió tarjetas para todos lados, suplentes incluidos.

Batacazo

Brasil-Camerún fue un espectáculo de un solo equipo protagonista hasta el final. Dani Alves fue titular y se convirtió en el jugador más veterano en disputar un mundial con Brasil con 39 años y 210 días.

Camerún resistió los más de cien minutos jugados sin recibir goles y en los descuentos Vincent Aboubakar se convirtió en leyenda para cabecear una pelota medida desde la derecha y colocarla de cabeza contra un palo bajo la atenta mirada de Ederson. La algarabía fue tal que se sacó la camiseta sin importar las consecuencias, como ya estaba amonestado, vio la tarjeta roja y dejó a su equipo con uno menos en los seis minutos finales.

El asedio brasilero en cifras es espectacular. Fue muy superior a Camerún pero le costó concretar y por esto se puede explicar su derrota. Un descuido en defensa que le costó tres puntos.

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