En la previa del clásico disputado el 26 de enero, Nicolás Schiappacasse, jugador de Sassuolo de Italia, a préstamo en Peñarol, equipo con el que se encontraba negociando la renovación de contrato, fue detenido por portar un arma mientras se dirigía al Campus de Maldonado. Las personas que iban con él fueron liberadas pero el futbolista permaneció detenido.
Dos días después de su detención, se informó que el joven fue imputado por tráfico interno de armas, receptación y porte de armas de fuego en lugares públicos: se comprobó que compraba armas robadas y negociaba su préstamo con barrabravas del conjunto mirasol. Como medida cautelar, se dispuso su prisión preventiva.
Enseguida, el presidente del club, Ignacio Ruglio, aclaró públicamente que “lógicamente” el futbolista no continuará vinculado a Peñarol. “Con hechos de este tipo debemos ser muy claros en lo que todo el mundo ya imagina, como que el jugador no puede renovar con Peñarol”, sostuvo en ese entonces el mandatario aurinegro.
En las últimas horas, los dirigentes mirasoles tuvieron un gesto de apoyo hacia el joven jugador. El gerente deportivo del conjunto aurinegro, Gabriel Cedrés, trabaja día a día con los jugadores y ya había tenido contacto con Schiappacasse cuando fue a declarar a la Fiscalía de Maldonado, luego de haber sido detenido. Desde ese momento lo estuvo apoyando. Primero se acercó a él para darle una estampita que su madre quería hacerle llegar, y este miércoles fue a visitarlo a la cárcel de Florida, donde está recluido.
Sobre el accionar de Cedrés, Ruglió aclaró a Garra que los allegados al gerente deportivo sabían que se iba a comprometer con la situación del futbolista detenido y que a su vez, “movido por la parte humana”, él será quien más intente hacerle entender que lo que hizo “no cabe en ninguna cabeza”.
Ruglio aclaró que el principal miedo de Cedrés reside en que Schiappacasse atente contra su propia integridad, por lo que la contención en este momento es fundamental. Además, recordó que justamente la obligación de Cedrés es estar con los jugadores, ya que como gerente deportivo es quien genera el nexo más directo con ellos desde que llegan al club.
Pablo Bengoechea, también funcionario del club, manifestó apoyo a Cedrés: publicó en sus redes sociales una foto de una revista de 1999, cuando integraron el plantel campeón uruguayo de Peñarol. “Siempre aplaudiéndote”, escribió en alusión a la imagen, donde se los ve a ambos en un gesto de aplauso.
Por su parte, la suplente del presidente, Patricia López, escribió en sus redes: “Agradezco que el club cuente con gente como Gaby Cedrés, que vive preocupándose por lo humano”.
En las últimas horas Ignacio Ruglio declaró que el club estará con Schiappacasse en este momento para brindarle apoyo y contenerlo, “por la parte humana”, más allá de “lo que se mandó, que fue grande, más en los tiempos que corren”.
También alegó que el club en primera instancia iba a tomar medidas, pero que no necesitó hacerlo por el tiempo de prisión preventiva que la Justicia determinó. A pesar de esto, aseguró que no lo dejarán solo y que Peñarol le brindará tratamiento psicológico con un profesional de forma permanente, además de estar cerca de él para que “encamine su vida y se dé cuenta de la locura que hizo”, contó Ruglio a Garra.
“El apoyo no es institucional, es de las personas. Cedrés, Bengoechea, yo y sus compañeros. Es sólo humano y porque creemos que la mejor forma de erradicar violencia, armas y demás es ayudando a cambiar los rumbos de los gurises y no tirándolos al abandono”, explicó.
“La idea es darle un apoyo personal por el tema humano. Es un jugador que ya está desvinculado del club, no se va a relacionar con Peñarol ni nada por el estilo, pero no nos vamos a olvidar de él como persona. Cedrés fue a verlo, Nacho lo va a hacer y esa contención va a estar”, dijo Patricia López a Garra.