Se terminó en Camerún la 33ª edición de la Copa Africana de Naciones, la que estaba prevista para 2021 y debió aplazarse por la pandemia. Será recordada por siempre por el pueblo senegalés, que tras llegar por tercera vez en la historia a la final, alcanzó por primera vez el título continental al superar en los penales a la selección más campeona de todas, la de Egipto.
Fue un 0-0 entretenido, con incidencias de peligro en algunos momentos concretos del juego. Como en el arranque, cuando Mohamed Abdel Monem cometió un penal antes de los cinco minutos de juego. En esa oportunidad, la suerte finalmente lo acompañó al egipcio, porque Sadio Mané remató potente y al medio, atajó Mohamed Abdou Gabal, alias Gabaski, y todo siguió 0-0. El guardameta egipcio, que era suplente al inicio de la competencia, entró durante el enfrentamiento de octavos de final contra Costa de Marfil por lesión del titular, para convertirse en una de las figuras del equipo.
El encuentro tuvo una mejor presentación en cancha de los leones de la teranga. Con Mané como líder futbolístico, ofendieron por las bandas, siempre pisando el área desde los laterales y probando en varias ocasiones el llamado centro de la muerte. Faltó el último toque. En las manos de Édouard Mendy tuvo Senegal una garantía cada vez que los rivales probaron al arco. Mohamed Salah desniveló en un par de ocasiones, con jugadas de factura individual, que Mendy paró. Gabaski, por su parte, tuvo mucho trabajo. Además del penal inicial, paró tiros desde afuera del área, algún mano a mano y un cabezazo que llevaba destino de red. Varias de estas incidencias ya en momentos del alargue.
Egipto jugó su tercer alargue en los cuatro partidos de eliminación directa que le tocó afrontar en esta copa. En las ocasiones anteriores los empates no se rompieron, y siempre salió airoso en la tanda de penales, con las manos salvadoras del suplente. Salah estuvo en el quinto lugar en la lista de rematadores en ambas ocasiones previas. Con la confianza de quienes ya lo han hecho antes, los faraones se dispusieron a los penales.
Abdel Monem falló el segundo remate de Egipto, que dio en el palo, pero Gabaski pudo detener el siguiente tiro senegalés en los pies de Bouna Sarr. Mohanad Mostafa tuvo la responsabilidad del cuarto tiro egipcio y lo erró, dejando a Mané la chance de convertir el penal decisivo. Esta vez lo logró y Senegal festejó su primera consagración, mientras que Salah lloró no poder levantar su primera copa, la que hubiese sido la octava de Egipto. Es la segunda final que pierde la gran estrella egipcia.
Ahora, Egipto y Senegal volverán a verse las caras en marzo, cuando se enfrenten en la última fase de las Eliminatorias africanas rumbo a Catar 2022. Son cinco cupos en disputa para el continente, que se dirimirán en cinco duelos directos, con partidos de ida y vuelta, al estilo de los repechajes que en otras ocasiones ha disputado Uruguay. El sorteo, realizado hace algunas semanas, arrojó como rivales a estas dos naciones, que en ese entonces soñaban con estar en la final de la Copa Africana. No se imaginaban que en dicha instancia, tendrían el mismo rival que tendrán menos de dos meses después, para buscar un lugar en el Mundial.