Nacional perdió en el Parque Central 3-2 ante Vélez y comprometió sus posibilidades de seguir adelante

Esto es el fútbol, gente. Una locura para quien no lo conoce, no lo entiende. Una montaña rusa de adrenalina. Un cero a cien en segundos. De la frustración a lo placentero, de lo placentero a la frustración.

En el Parque Central, Vélez Sarsfield derrotó 3-2 a Nacional, al que dejó último en la tabla de posiciones del grupo C, que ya tiene a Estudiantes de La Plata como clasificado, pero que deja a los otros tres integrantes con posibilidades de avanzar, ya sea a octavos de la Libertadores -el que termine segundo- o a octavos de final de la Sudamericana -el que cierre su participación con el tercer lugar-.

Estudiantes de La Plata tiene 13 puntos en sus cinco presentaciones, Bragantino y Vélez Sarsfield quedaron con 5 unidades y Nacional, último con 4, dependiendo para llegar a la Sudamericana de si derrota a Bragantino la semana que viene, e incluso en la próxima fase de la Libertadores si le gana a los brasileños y Vélez no derrota a Estudiantes.

Lo empezó ganando Nacional con anotación de Diego Zabala y, al final del primer tiempo, lo empató Vélez con anotación de Lucas Janson. En el segundo tiempo, cuando el vendaval fue de emociones, el salteño Matías de los Santos puso de cabeza el 2-1 para los argentinos y el argentino Emmanuel Gigliotti lo empató al final con anotación de penal. El propio Gigliotti estuvo a centímetros de ganarlo en una pelota que de milagro no entró y a la vuelta Abiel Osorio conectó de cabeza al gol para el triunfo de Vélez, que reabrió las puertas de su clasificación.

La oportunidad

El momento oportuno para dar el golpe. Un partido difícil, complicado, nervioso. ¿Cuál será la razón para explicar las proyecciones que la prensa y aficionados hacen de obtener todos los puntos de local para ensayar la clasificación? ¿Por qué nos hemos acostumbrado a dar por sentado que en casa hoy hay que ganar? No tiene explicación lógica ni racional, aunque se podría apoyar en los antecedentes históricos, en los inmediatos, en las prestaciones de cada uno de los colectivos. En ninguna de ellas el algoritmo nos conduciría a que lo ganara Nacional sí o sí, porque juega en casa, porque puede quedar casi clasificado, porque…

El cuarto de hora inicial marcó supremacía del equipo argentino, que tuvo dos oportunidades de gol. En una de ellas con la pelota reventando el travesaño, después de que por derecha llegó el desborde y pase de su jugador más desnivelante, Luca Orellano.

Cuando Nacional la pasaba mal por el dominio ofensivo de los argentinos, llegó el gol de los uruguayos. Fue una pelota que disputó Emmanuel Gigliotti y que, fortuitamente, le quedó a Cándido, quien cedió a Diego Zabala a la altura de la media luna, para ensayar un remate que, rebotado, terminó junto al palo izquierdo en la esquina de las redes. Iban 21’ de juego y el resultado parcial empujaba a los de blanco.

Vélez siguió jugando en campo de Nacional, que se agrupó bien atrás con cuatro hombres por delante de la línea de cuatro final, y se agazapó para tratar de embocar un contragolpe. Lo hizo en una triangulación de Gigliotti, jugó para Zabala que puso de cara al gol al colombiano Alex Castro. No había ni un solo defensa entre él y el arquero Lucas Hoyos, pero el zurdo dudó, se demoró y quedó asfixiado por la marca del arquero. Nunca sabremos qué hubiese pasado si Nacional se ponía 2-0 en el primer tiempo, pero seguro la historia hubiese sido distinta.

Al final del primer tiempo llegó el empate de Vélez Sarsfield a través de una gran jugada iniciada y culminada por Lucas Janson. Desde media cancha cambió toda de izquierda a derecha, Luca Orellano devolvió en el mismo sentido de donde se había iniciado el ataque y, con tanta profundidad y ya en el área, Lucas Janson enganchó hacia su pierna derecha y definió cruzado y esquinado para vencer a Martín Rodríguez.

La teoría dice que no te pueden empatar un partido copero antes de irte al vestuario, pero la realidad en la cancha dice otra cosa. El segundo tiempo fue trepidante. Para aquí, para allá, con mejor juego velezano. Cuando el 2-1 parecía ilevantable para Nacional, llegó el 2-2 y pasó a mandar y, apenas unos minutos después, trastabilló y cayó.

Veremos si se puede levantar la semana que viene ante Bragantino.