Uruguay cerró su participación en la Copa América 2022 con el recuento de tres derrotas y una victoria con goleada incluida, quedando octava entre diez selecciones.

No fue un buen torneo. Las celestes debutaron ante Venezuela cayendo 1-0 y después perdieron frente a Brasil y Argentina 3-0 y 5-0, respectivamente. En el último partido, ya sin chances de nada, fuera de toda posibilidad de pelear por el título, acceder al Mundial directamente o vía repechaje, incluso sin chances de meterse en los Juegos Olímpicos o en los Juegos Panamericanos, la celeste se sacó la rabia goleando 6-0 a Perú.

A pesar de lo duro que fue anímicamente haber quedado lejos de todas las metas establecidas, esta única victoria sirvió para algunos destaques personales: la actuación de la capitana Pamela González, el buen juego asociado de las delanteras Belén Aquino y Esperanza Pizarro, el juego de Ximena Velazco. A su vez, Josefina Villanueva y Vanina Sburlati pudieron debutar en el arco celeste.

El día después

Sburlati confió que debutar con la selección significó cumplir uno de sus mayores sueños. “Que haya sido en una Copa América me llena de alegría y satisfacción; nunca imaginé hacerlo con 18 años. Fue un año soñado con la selección, ya que hace unos meses jugué el Sudamericano sub 20 en el que quedamos terceras y ahora me tocó debutar con la [selección] mayor”, dijo la futbolista a la diaria.

Por su parte, Pamela González contó que los días posteriores al torneo estuvieron llenos de momentos de autocrítica, reflexión y aceptación. Las celestes hicieron un balance del desempeño en el campeonato, en el que no pudieron cumplir con los objetivos marcados. “Entramos en un proceso de construcción en el que somos conscientes de que hay mucho trabajo por hacer, hay potencial y materia prima para concretarlo”, sostuvo la capitana uruguaya.

Sobre los partidos, González evaluó como bueno el primero, en el que Uruguay compitió bastante bien. “El resultado se dio por un detalle, una pelota quieta”, explicó sobre la determinante derrota ante las venezolanas.

El segundo partido fue contra Brasil. La capitana recordó que es una potencia y que no perdió ningún partido en el camino que las llevó a ser campeonas. “Aun así, creo que el equipo compitió bien ante Brasil, y ese partido fue un desgaste físico importante. Sabemos lo que requiere jugar con una potencia así, que hay que correr mucho y estar muy concentradas. Más allá de que el resultado no fue a favor, creo que el equipo jugó bien”, alegó.

Con respecto al cruce con Argentina, González dijo que “el primer tiempo fue parejo, aunque terminó a favor de ellas 1-0 justo antes del descanso”. “En el entretiempo hablamos de que teníamos que salir a matar o morir, pero el segundo tiempo fue un caos. Nos estábamos jugando mucho, pero el fútbol te sorprende y te da esos bajones: todavía no encontramos una explicación de por qué tuvimos un bajón tan grande en el segundo tiempo”, reflexionó la jugadora del Granada de España.

Ya en el último partido, sin nada para pelear, el grupo sólo se jugaba la gloria: “Disputamos las sensaciones, el poder ganar por nuestra gente, y se notó. Ya no había nervios ni presiones, y el resultado lo reflejó: nos pudimos ir con una victoria que como equipo necesitábamos”, contó.

Como conclusión del torneo, González comentó que cuando terminó la copa debieron hacer un duelo por el desempeño del equipo, pero que enseguida comenzaron a trabajar en pensar cómo poner en la cancha el potencial que el grupo tiene. “Necesitamos mucho tiempo de trabajo y para las futuras convocatorias iremos más reforzadas. Para varias jugadoras esta fue la primera Copa, y la experiencia juega. Eso va a ser fundamental de ahora en más”, sostuvo.