Con el objetivo de contar con un punto de referencia para llevar a cabo eventos deportivos y culturales, la Intendencia de Paysandú dio los primeros pasos para reformar el estadio cerrado 8 de Junio y transformarlo en un escenario multipropósito de primer nivel. En diálogo con la diaria, el director de Deportes de la Intendencia sanducera, Guillermo Arias, consideró que el estadio es un “emblema” del departamento y contó que se buscó modernizarlo porque “es lindo, pero viejo”.
El objetivo principal es atraer al departamento otras actividades además de las locales, y potenciarlo para que sea una referencia en el país a nivel artístico y deportivo por fuera de Montevideo: “Queremos traer partidos internacionales y nacionales, sobre todo de básquetbol, pero también de vóleibol. Los eventos culturales y musicales se van a salir a buscar cuando esté pronta la reforma”, dijo.
Las obras comenzarán en la segunda quincena de enero de 2023, tras la licencia de la construcción, y se espera que concluyan en noviembre del mismo año, según informó un comunicado que emitió la Intendencia de Paysandú. La inversión será de cuatro millones de dólares y, según dijo Arias, los fondos provienen de un fideicomiso. Consultado sobre cómo se tiene pensado amortizar la inversión, explicó que “en este tipo de proyectos la amortización a veces no es tangible: el dinero vuelve pero queda en la ciudad, no en el municipio”. Apuntó que los principales beneficiados serán los negocios vinculados a la hotelería, restaurantes y comercios.
De acuerdo con el comunicado, la municipalidad “transitó un camino diferente del que se realiza cuando se lleva adelante una inversión pública, que generalmente se comienza con una idea, se continúa con un proyecto y luego la licitación”. En este caso, se abrió un concurso que tuvo como fin que se presentaran proyectos que no excedieran el tope de cuatro millones de dólares para reformar el estadio. El proyecto liderado por los arquitectos Pablo Kelbauskas, Paula Lafranconi y Diego Secco fue el ganador entre ocho propuestas finalistas que para el intendente, Nicolás Olivera, fueron de “altísima calidad”.
Al finalizar la remodelación el estadio tendrá 5.000 butacas, pantallas led y pisos desmontables. La obra abarcará la fachada y el interior del estadio y renovará su acústica, su sistema de sonido, las instalaciones eléctricas y sanitarias. Contará con dos cafeterías, palcos vip y zona de prensa. Para cumplir con el objetivo de ser sede de torneos internacionales de básquetbol, el estadio deberá acoplarse a los requerimientos de la FIBA. Luego de la reforma contará con “una cancha con las medidas reglamentarias, un piso especial desmontable, iluminación, cuatro vestuarios y una zona mixta”.
El retorno
A la par de la reforma, Arias contó que se está impulsando un proyecto para que el básquetbol sanducero regrese a competir a nivel nacional para 2024. A finales de este año se realizará un torneo, que funcionará como una prueba piloto, en el que se enfrentarán los campeones y vicecampeones de Paysandú, Soriano y Salto. Luego se hará una nueva versión del mismo torneo “a fines de 2023 y principios 2024”, y la idea es que los tres primeros equipos jueguen un play in con el sexto, séptimo y octavo de la Liga Uruguaya de Básquetbol (LUB).
Fuentes de la diaria comentaron que el proyecto es un mix entre los viejos campeonatos de clubes campeones del litoral con las primeras ligas uruguayas. La iniciativa tiene un fuerte impulso del interior, particularmente de Paysandú. El primer torneo será de prueba y la idea es que el siguiente se combine con la segunda fase de la LUB o El Metro. Además, creen que la reforma del estadio y el nuevo campeonato son proyectos independientes pero complementarios, y que coincide con la renovación y buen trabajo de la liga de básquetbol de Paysandú.