Lo objetivo del análisis de números, cifras, rachas y partidos siempre se ve invadido por la óptica del sujeto que se mueve entre la fe, el “matemáticamente tenemos chance” y el realismo mágico, pero también por quien conoce la dinámica de las competencias sin necesariamente poseer un máster en proyecciones de eventos deportivos.
A partir de este viernes y durante el fin de semana se habrá de disputar la octava fecha del Clausura, lo que significará atravesar la mitad del último módulo de competencia de todos contra todos del Uruguayo.
Hasta este día se han jugado un máximo de puntos correspondientes a siete fechas, 21 unidades, y desde que arranque la octava fecha los clubes podrán sumar 24 unidades. Siendo que Peñarol está primero con 17 puntos y en el puesto 16 está Wanderers con 4, y que quedan 24 por jugar, es aritméticamente comprobable que cualquiera de los 16 clubes que compiten se pueden quedar con el último torneo corto de la temporada.
Si hacemos el corte en los diez primeros, vemos que la diferencia entre Peñarol y los que quedan en el décimo escalón es de 8 puntos, la tercera parte de los que les queda por jugar a cada club.
Si lo planteamos entre los cinco primeros, comprobaremos que la diferencia entre aurinegros y quienes ocupan el quinto lugar es de 6 puntos, la cuarta parte de los que quedan en la bolsa.
Entonces, claro, casi todos estamos convencidos y convencidas de que el Peñarol-Liverpool del domingo a las 20.00 en el Campeón del Siglo es el partido de la fecha, es un partido trascendental, es la llave del campeonato, pero, sin dejar de disfrutar ni un segundo de la espera por el juego, su desarrollo y su desenlace, no será para nada el partido que defina el torneo. Gane quien gane o hasta si empatan, a todos sus perseguidores les quedarán después 21 puntos por jugar, y eso es mucho para una competencia que tiene como techo excepcional los 45 puntos del único que pudiese ganar todos los partidos, algo que nunca sucedió en la historia de Apertura o Clausura.
Si gana Peñarol, tomará 4 puntos de ventaja sobre Liverpool a falta de 21 unidades por jugar, pero posiblemente alguno de los del pelotón de seguidores ganará también y, aunque domine con luz, no estará nada resuelto. Si gana Liverpool, ya sabemos –seguro– que abrirá apenas un margen de 2 puntos sobre su escolta y quedará muchísima tela por cortar.
Se nos viene fin de año
Mientras usted lee, seguramente ha tenido ganas de preguntarme si la Anual no queda resuelta, y tal vez tenga razón en cuanto a que se puede llegar a establecer que si se dispara Peñarol con un triunfo, el hándicap de asegurarse la final por el camino corto quedará casi resuelto, pero no es así ni cerca: todas las demás posiciones tienen premios o castigos.
Veamos: cuando se juegue la octava fecha se estará disputando a su vez la etapa 30 de la acumulación de partidos del Uruguayo (15 del Apertura, 7 del Intermedio y los del Clausura), y entonces quedarán 21 puntos de un total de 120. Si Peñarol le gana a Liverpool, ahí sí parecería que al tomar 12 puntos sobre su o sus perseguidores casi se acercaría o traspasaría al 90% sus posibilidades de asegurarse la final del Uruguayo, además de casi marcar su regreso a la Libertadores.
Si, en cambio, el que gana es Liverpool, los aurinegros seguirían con buena ventaja sobre los de Belvedere, que quedarían a 6 unidades, pero con menos margen de error para los siete partidos restantes.
El tema son todas las demás posiciones, teniendo en cuenta que entre el segundo de la Anual, Liverpool (42), y el penúltimo, Danubio (21), hay 12 clubes que pelean todo o que, por lo menos, dan batalla por no bajar de su piso de aspiraciones, que para algunos será la Libertadores, para otros la Sudamericana y para otros sumar para la tabla del descenso, con la urgencia de evitar la B este año o poniendo algunos puntitos abajo del colchón para el año que viene.
Con el descenso pasa lo mismo. Si bien parecería que siempre todo quedara acotado a cuatro o cinco clubes que luchan para mantener la categoría, con la cantidad de puntos que quedan en disputa hay un lote de seis a ocho clubes que pueden verse adentro o afuera de esa delicada zona, según acumulen buena parte de los 24 puntos por jugarse o dejen muchas unidades por el camino.
Atravesar el ecuador de un campeonato, divisar a lo lejos las luces del final de temporada a veces encandila, y otras no deja ver cuánto hay en juego todavía.
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