Tras una semana complicada, con Álvaro Recoba y Diego Polenta hablando en conferencia de prensa luego de los malos resultados y los rumores de que había existido una pelea dentro del plantel, Nacional recuperó el buen humor. Y lo hizo con clase, venciendo a Wanderers en el Gran Parque Central de manera contundente. Fue 3-1 con goles de Gonzalo Carneiro y Juan Ignacio Ramírez (que metió dos), en tanto que Michael Ferreira descontó para el bohemio. Con la victoria, Nacional llegó a 57 puntos y quedó a tres del tercer puesto de la Tabla Anual, lugar que tiene Defensor Sporting.
1. Rápidos
Nacional quebró el partido rápidamente. Nada más tranquilizador que un gol desde los vestuarios. El partido ni siquiera se había armado y el bolso ya ganaba 1-0 tras un cabezazo de Carneiro. El delantero se ubicó bien en el corazón del área y pudo conectar el centro de Federico Martínez.
Recién pasados unos diez minutos más se pudo empezar a mirar las tácticas, ver los 4-3-3 en espejo, analizar los porqués de la posesión de la pelota y sobre todo notar que los del Chino Recoba estaban mejores.
Ese era el punto: Nacional estaba mejor, pero no lo podía cristalizar en el marcador, una situación de riesgo que el tricolor ya venía de sufrir ante Fénix, equipo al que le ganaba 1-0 y se lo empataron en el tramo final. Fue recién promediando el primer tiempo, a los 26, cuando Ramírez puso el segundo –tras un gran pase de Carneiro, con quien este domingo hicieron una muy buena dupla–, y para no quedarse corto, antes de irse al descanso el Colo la mandó guardar, esta vez luego de un centro de Leandro Lozano –otro que anduvo bien–.
2. Pelear lo que hay
No hay otra para Nacional: ser tercero de la Anual es fundamental. Es el objetivo inmediato tras un año para el olvido, con tres entrenadores y pocos premios –lo mejor que hizo estuvo en el plano internacional, donde tuvo una actuación meritoria en la Copa Libertadores, en la que quedó por el camino contra uno de los finalistas–.
Además, ser tercero de la Anual significaría otra cosa: hilvanar victorias, crecer en confianza, mejorar el orgullo y la moral, encontrar rendimientos individuales y colectivos que le den información a Recoba para utilizar el año que viene. Porque sí: si el bolso logra terminar la temporada con un envión hacia arriba, el Chino debería seguir al mando del equipo.
En esa proyección, Recoba fue claro en su última comparecencia, cuando habló del conocimiento del plantel: “De los únicos que tengo conocimiento grande es de los que estaban en Tercera y de alguno más. […] Mi objetivo es mejorar el equipo, intentar sacar lo mejor de ellos, pasar raya y empezar de cero el año que viene”.
3. En proceso
Si el Chino se tiene fe, hay que darle confianza. Además, ratificarlo en el puesto sería una cuestión básica para el crecimiento.