Peñarol recibió a Plaza Colonia en el Campeón del Siglo y no pudo ganar: 0-0 por todos lados. El carbonero perdió más que dos puntos: Liverpool, que venció a Cerro 1-0, lo pasó en la Tabla Anual por un punto, pero además le sacó seis en el Clausura. Para los colonienses el punto fue mejor que nada, pero aun así siguen muy complicados para no descender.
El partido
Volvió Diego Aguirre a Peñarol. Buena parte del estadio aplaudió su regreso a la dirección técnica después de tanto tiempo. Fue, tal vez, lo más significativo que dejó el primer tiempo.
El fútbol naufragó. Se midieron fuerzas, Peñarol tomó la iniciativa porque sabía que Liverpool había ganado, Plaza Colonia esperó agazapado para jugar de contragolpe. Esa fue la tónica del partido. El carbonero, más allá de haber tenido la pelota y la predisposición ofensiva, estuvo entreverado, no encontró circuitos de juego, no pudo explotar las bandas como le gusta al técnico, y siempre se terminó dando las narices frente al muro defensivo coloniense.
Así las cosas, jugadas de gol, pocas. Matías Arezo fue el más incisivo, pero en la que más obligó al arquero Kevin Dawson este respondió con seguridad, sacando la pelota al córner. Después, en los primeros 45, Peñarol sólo llegó con centros, sin peligro para el rival. Todo lo contrario: la más clara fue de Plaza Colonia, promediando el primer tiempo, pero Lucas Carrizo definió apenas afuera.
El segundo tiempo fue de campo abierto. Estaba claro que los dos tenían la obligación de ganar, uno para no perder la punta de la Tabla Anual, otro para sumar en la tabla de los promedios y no descender de categoría.
La primera fue de Plaza. Pudo ser el 1-0, pero Guillermo de Amores -que ha salvado en unas cuantas a Peñarol- se vistió de superhéroe para atajarle el tiro a Natanael Guzmán cuando apenas había comenzado el complemento. Cinco minutos después, otra vez Carrizo estuvo cerca de convertir, pero esta vez definió de muy mala manera.
Recién después del cuarto de hora del segundo tiempo, Peñarol pudo inquietar a Dawson. Parece mucho tiempo desperdiciado para un equipo que quiere definir el campeonato. José Neris, que ingresó en los segundos 45, fue el más insistente, ocupando de alguna manera el espacio que, cuando lo marcan, deja Arezo.
A medida que pasaron los minutos, el poco fútbol se transformó decididamente en nerviosismo. El tránsito libre en la mitad de la cancha le dio un toque de emoción. De Amores tuvo las suyas, Dawson también. Ya en tiempos de descuento la tuvo por duplicado Peñarol, pero Plaza la sacó dos veces en la línea, primero con una acrobacia de Hibrany Ruiz Díaz, después con Dawson bien parado. Fue casi lo último, porque después pasaron cosas, aunque en realidad fue lo último, porque nada interesante pasó: más de lo mismo.