Con una gestión de las inolvidables de su arquero Mauro Silveira, Wanderers consiguió una importantísima victoria como visitante en el estadio Tróccoli, donde venció a Cerro 1-0 con gol en la primera parte del argentino Ramiro Acosta.
El equipo dirigido por Sergio Blanco logró salir de una racha sin victorias y se afirma en el quinto puesto de la Tabla Anual, lo que lo va colocando por ahora en la copa Sudamericana, mientras sale de la incómoda última posición que tenía en el Clausura. Los cerrenses siguen en zona de descenso y empeoraron su promedio.
En la segunda parte del encuentro, Cerro concertó una sucesión casi permanente de ataques, y Silveira y sus dos zagueros centrales, también de gran labor, salvaron una y otra vez la victoria.
En el primer tiempo habían pasado cosas que no son improbables en un partido de fútbol, pero que, sin embargo, cuando se transforman en un patrón, hay que revisar qué es lo que hay que tocar, dónde meter mano para arreglar. Es que Wanderers, como en buena parte del campeonato, jugó bien, lo hizo con buenas conexiones desde primera línea, y llegó repetidamente al área contraria, pero no conseguía inquietar seriamente a Araújo, el arquero cerrense, ni siquiera contando con un buen impulso del viento a favor.
Cerro se fue acomodando en su campo, bien cuidado pero inevitablemente con zonas casi intransitables debido la lluvia acumulada, y por izquierda con Mathías Abero, Lucas Rodríguez y el incansable y picante Tizón, se fueron arrimando al área bohemia.
A la media hora, justamente en el momento en que la visita había perdido preponderancia y el local parecía empezar a afirmarse en el partido, llegó el gol de Wanderers a través de una acción bastante simple que contó con el desacierto del arquero Araújo, que no pudo cortar el centro casi llovido de Kevin Rolón, mientras el argentino Acosta entre cabeza y hombro mandó la pelota al fondo de las redes.
El último tercio de la parte inicial estuvo picado, crecieron los roces y las ganas de Cerro por empatar, pero los albinegros se mantuvieron en buena posición, y además siguieron atacando.
Cuando volvieron de los vestuarios no sólo cambiaron de cancha sino de protagonismo, porque los albicelestes lo intentaron por todos lados: por los costados con Cristian Tizón y Nahuel Acosta, y por adentro después con la potencia del joven Dylan Nandín, que llegó el jueves de los Panamericanos, donde el miércoles jugó en el partido contra Colombia.
Tuvo Cerro todos los ataques, y Silveira todas las atajadas. Dice Perogrullo que esa es una de las explicaciones por las cuales Wanderers volvió a la victoria, pero díganle también que los bohemios ganaron porque hicieron un gol más que Cerro, y eso vale mucho, sobre todo viniendo de partidos en los que el equipo de Sergio Blanco jugaba mejor que sus rivales pero no podía ganar.
.