Fue un partido caliente, literal y metafóricamente. A los 1.000 grados de sensación térmica, sin la más mínima brisa del cercano arroyo Conventos, que hacían del Ubilla una caldera del diablo, había que sumar la terrible situación de los contendientes, que peleaban por puntos candentes por evitar el descenso. La alta temperatura del partido también, por cierto, encajaba con la metáfora con la fuerza desmedida, de pies y manos de los futbolistas sobre el campo.
Un partido caliente, un empate caliente sin goles y que reparte un punto para cada uno que no les da para salir del temblor, que no les da para asegurarse la categoría, que no les da –ni mucho menos– para asegurarse la participación en alguna competencia internacional.
Hubo muchas ganas, mucho empeño y hasta muy buenos desempeños, como el de Nahuel Furtado, sin duda uno de los mejores laterales de la temporada –y que terminará jugando como refuerzo en algún otro club– o el de Darío Denis, golerazo que siempre tiene atajadas de excelencia.
Los dos quisieron, pero no pudieron. En el primer tiempo el calor desgastó por completo a los protagonistas, que no podían congeniar las combinaciones pensadas, las carreras previstas, los ida y vuelta de la cuponera del boleto de hora y media. Hubo una de Lucas Rodríguez, pero el arquero israelí Tomer Haran le tiró toda la carrocería arriba y sacó la pelota.
En el segundo tiempo, a sabiendas de que el puntito no les daba de comer a ninguno de los dos, estuvieron cerca.
Pudo haber subido un gol al marcador cuando, al final, Sergio Toto Núñez le ganó la posición a Souza y remató cruzado a las redes, pero el VAR y Javier Feres vieron la falta del delantero y anularon el gol.
Ninguno de los dos clubes consigue con este punto salvarse definitivamente del descenso; Cerro Largo quedó con 1,167, mientras que Cerro tiene un promedio de 1,114.
Teniendo en cuenta que el descenso de Plaza Colonia ya está determinado y que son dos más los clubes que se irán a la B, ambos quedan involucrados por lo menos hasta la próxima fecha.