En un partido dinámico, tanto por lo colectivo como por las individualidades de ambos equipos, la victoria fue de Peñarol 2-1 sobre Deportivo Maldonado. Maximiliano Cantera abrió el marcador a los 27’, Carlos Sánchez lo igualó a los 31’ y Matías Arezo lo dio vuelta a los 71’.
Así, el conjunto de Alfredo Arias, que salió a la cancha con un equipo alternativo de cara al encuentro del martes por la Copa Sudamericana, se llevó tres puntos importantes para permanecer como líder invicto del Torneo Apertura.
La jornada
Una tarde de domingo no es tal si no tiene fútbol. Por lo menos en Uruguay, donde la idiosincrasia está formada en gran parte por el juego de la pelota. Peñarol venía jugando a la noche, y la fijación de este partido a las 17.00 cuadró mejor, por la convocatoria y por la rutina de la hinchada: almorzar y arrancar para la cancha. El imponente sol de verano fue lo que causó más comentarios en la previa del partido y durante el primer tiempo, porque se apoderó de las tribunas Guelfi y Damiani.
Claro, Peñarol y el cruce transcendental con River por la Sudamericana hicieron que Arias planteara un equipo sin gran parte de los habituales titulares: siete variantes respecto al encuentro anterior.
La sombra del sector derecho de la cancha tuvo el protagonismo, por la insistencia del Vasquito Matías Aguirregaray o porque por ese sector en el Depor jugó Maximiliano Cantera, el responsable de que su equipo comenzara ganando. Cantera anunció peligro con cada uno de sus movimientos desde el vamos, y llegando a la media hora de juego la pudrió en el arco, cuando parecía que Peñarol estaba llegando más, la visita abrió el marcador.
Pero, como si fuera un duelo a ver quién hizo el mejor gol, Pato Sánchez igualó el asunto unos minutos después, haciendo al encuentro más entretenido de lo que ya era. Lamentablemente para sus intereses, Sánchez salió lesionado después del gol.
Cosas de goleador
En la segunda parte el asunto fue bastante parejo, aunque Peñarol fue profundizando más, sobre todo a partir de los cambios que hizo el entrenador. Entre los que entraron estuvo Arezo, que hasta ahora siempre desnivela: el goleador mirasol y del Campeonato Uruguayo hizo lo que mejor sabe hacer. A los 71’ Oscar Cruz desbordó por derecha y Arezo cabeceó solo entrando por el segundo palo. El jugador –reservado por Marcelo Broli para disputar los partidos amistosos con la selección uruguaya– llegó a siete goles en cinco partidos.
Nada cambiaría. A Peñarol le salió bien la jugada: cumplió con creces porque mostró buen juego colectivo a pesar de los cambios en la titularidad, y porque se enfrentó a un equipo que da pelea.
Al ritmo de “Este martes, cueste lo que cueste, este martes tenemos que ganar” se despidieron los carboneros de su casa, soñando con tener el mismo final frente a River por Copa Sudamericana.