Unión 33 Vergara fue el equipo que en el último fin de semana tomó el protagonismo de la carrera e impuso las condiciones para su desarrollo.
Fue Ignacio Maldonado quien el sábado lanzó el ataque que Asconeguy no pudo parar. Giacinti leyó con su experiencia y se subió a ese tren para vestirse de amarillo, pero el que quebró al líder de ese día fue Maldonado.
La victoria de etapa fue para él, y aproximarse a una diferencia descontable en la general también fue una victoria. Quedar a menos de 50 segundos de un líder que lució vulnerable cuando el Nacho arrancó con más potencia le permitió sostener su confianza de que podía ser ganador de la Vuelta.
Confió en sus condiciones y redobló la apuesta para el domingo. Participó en la fuga que dejó atrás a los favoritos y se dispuso a abrir diferencias junto a su equipo para ir por la general. Consiguió socios que aspiraban a la etapa, como Pablo Anchieri, del Náutico Boca del Cufré, o Sebastián Rodríguez del San Antonio. No fueron los únicos y el grupo se moldeó con 16 integrantes.
“En esos momentos no se piensa mucho. Lo único que se trata es de hacer diferencias y de ir hacia adelante”, dijo Ignacio Maldonado. “Estaba más o menos al tanto de cómo venía atrás. Con los compañeros tratamos de hacer el mayor desgaste para que no nos pudieran recortar al final”, explicó sobre la táctica que aplicaron. “Sabíamos que ellos iban a apretar porque no iban a dar por perdida la carrera. No fue suficiente. Llegamos con diferencias, pero quedé a unos segunditos de terminar en lo más alto del podio”, se lamentó.
“En el momento que crucé la meta, vi que era difícil que me diera el tiempo. Quedamos ahí, muy cerquita”, contó el ciclista luego de llegar. Que el triunfo de la Vuelta no haya sucedido no echa por tierra que el plan dejó al equipo muy cerca de conseguir el objetivo, y en gran medida gracias a la calidad de sus ciclistas.
“Emociones encontradas porque se peleó hasta el final. Se dejó todo. Salimos desde un principio a buscar esta Vuelta del Uruguay y quedó demostrado que estábamos a la altura”, dijo Maldonado. Lo estuvieron.
Compartió sus sentimientos al respecto del resultado, soltó alguna lágrima y dijo: “A veces las emociones son difíciles de contener. A pesar de que hicimos una muy buena Vuelta, luchando hasta el final y dejando todo, a veces uno se queda con ese sabor un poco amargo de que faltó tan poquito para ganar una carrera tan importante. El deporte es así”.
Pone una idea por delante: “Uno tiene que estar a la altura de las circunstancias, y ya llegará el momento”. Esa es su forma de competir y con ella “seguramente van a venir muchas más revanchas”.
Lo que Maldonado destaca es su equipo: “Quiero agradecer a mis compañeros, que se brindaron al 100%”, y estuvieron ahí. Ahí cerca de lograrlo, pero también ahí, en donde hubo que dar la batalla.
Es un premio consuelo, pero merecido y logrado con justicia, el de posicionar al Unión 33 Vergara en el mejor lugar de la clasificación general por equipos. Fue con la respuesta de todos los ciclistas del equipo que Maldonado estuvo en condiciones de destacar en los momentos indicados.
Como el que más
Además del título por equipos, Pablo Bonilla se quedó con la clasificación general sub 23, luego de portar la malla de Promesa Olímpica (segundo de la categoría); durante casi toda la Vuelta las incidencias de carrera le hicieron perder mucho tiempo a Ivo Weikert en sucesivos días, en los que colaboró con Asconeguy. Por su parte Pablo Bonilla, para colaborar con su líder en el remate de la carrera, no debió ceder tanto tiempo, pudo sostenerse a la par de la exigencia de la carrera, incluso debiendo trabajar para otro.
“Más de la mitad de la carrera escapados en fuga, tratando de que Nacho llegara con el tiempo para que le diera para ganar la general. Lo intentamos hasta lo último, nos faltó poquito, pero lo importante es que se la jugó hasta lo último”, comentó Bonilla sobre la última etapa. “Una lástima, porque estuvimos casi toda la carrera con una diferencia y Nacho de líder, pero carreras son carreras y a seguir adelante”, agregó.
Rodando a 40 kilómetros por hora, pedaleando duro para mantener ese ritmo constante y no ceder terreno en la entrada a Montevideo, Bonilla recuerda las incidencias dentro de la fuga: “Los comisarios nos van dando referencias. Vimos que iban bajando de a poco las diferencias. Nosotros tuvimos un gasto enorme. Estuvimos más de 100 kilómetros en fuga. Eso no nos permitió al final darle más fuerte. Se intentó, y eso es lo importante”, remarcó.
Verdaderamente es lo importante. Porque el equipo lo intentó, como lo intentan muchos, pero a partir de ese intento prevaleció, y se supo fuerte. El Unión 33 se ve reconocido en el final de la Vuelta con un lugar que aspiró a ocupar: el de buen equipo, capaces de estar muy cerca de saborear un triunfo.
La expresión de Bonilla deja claras las prioridades: “A la sub 23 no le daba mucha importancia. Es lindo ganarla, pero la idea era ganar la general”.