Con sendos comunicados públicos, Peñarol y Nacional rechazaron los actos de violencia que se generaron tras el clásico del 1° de abril. En esa dirección, los clubes se pusieron a disposición de la Justicia con el fin de tomar acciones futuras para tratar de erradicar este tipo de hechos. Si bien el clásico se disputó sin público visitante, se dieron situaciones graves, tanto dentro como fuera de la cancha. Según la investigación, hubo rapiñas -agravadas con uso de arma de fuego-, detenciones por desorden público y por intentar ingresar pirotecnia al Campeón del Siglo y otros hechos delictivos.
La Policía detuvo a seis personas en el marco de la investigación a cargo del fiscal de Flagrancia de 9° turno, Fernando Romano. Efectivos de la Zona Operacional III y de la Unidad de Análisis de Violencia en el Deporte de la Jefatura de Policía de Montevideo hicieron diez allanamientos, en los que fueron detenidas cinco personas que fueron llevadas ante la Justicia.
Horas después, se realizaron otros operativos que permitieron la detención de otras dos personas, todos integrantes del grupo conocido como “La banda del Skey”, que habría sido la responsable de las agresiones a hinchas de Peñarol.
Desde la Fiscalía informaron que se pedirá la conducción de los detenidos a declarar y se prevé que se realice una audiencia de formalización entre miércoles y jueves. A su vez, Romano pidió una orden de captura para otras cuatro personas que fueron identificadas como responsables de los ataques.
El fiscal espera los resultados de las pericias realizadas a tres vehículos que fueron incautados durante los allanamientos, que podrían tener información clave sobre los hechos investigados, entre los que se encuentra un ataque con arma de fuego contra un hincha de Peñarol, ocurrido en la zona del estadio Campeón del Siglo.
Otro hincha de Peñarol fue golpeado mientras se encontraba en una parada de ómnibus, mientras que varios hinchas de Peñarol fueron asaltados por hinchas de Nacional para robarles banderas y celulares en la zona de Puntas de Manga. Además, se investiga una golpiza con un bate de béisbol y arma blanca en la zona de Piedras Blancas.
Desde que comenzó la investigación la Justicia imputó a dos hinchas de Nacional por robo de banderas.
De orden
Dentro de la cancha hubo una pelea donde participaron el aurinegro Rodrigo Saravia y los tricolores Yonathan Rodríguez y Leandro Lozano, todos expulsados tras tomarse a golpes de puños.
Los dos jugadores del bolso, que el lunes declararon ante la Justicia, sacaron un comunicado conjunto donde se sienten “arrepentidos” de haber protagonizado la pelea. Además, en su rol de “futbolistas profesionales” y con “la responsabilidad de ser referentes en la sociedad”, manifestaron que el mensaje debe ser “diametralmente opuesto al que” brindaron en el clásico: “el rechazo a cualquier tipo de violencia en el deporte”.
Acompañado por el abogado Jorge Barrera, el jugador de Peñarol Rodrigo Saravia concurrió a la Fiscalía para declarar sobre los incidentes ocurridos dentro de la cancha tras el final del partido clásico del 1º de abril.
Al salir, Barrera dijo que la situación de Saravia se enmarca en un “claro caso de legítima defensa” y agregó que el jugador aurinegro “en ningún momento ni golpeó ni generó una provocación que pudiera dar lugar a algún tipo de agresión ilegítima”.
En esa línea, señaló que pidió el archivo de la causa contra el jugador, lo que será analizado por el fiscal Fernando Romano.
Barrera recordó que la definición sobre el ingreso y la permanencia en la llamada lista negra, que limita el ingreso a espectáculos deportivos, es una facultad de la Asociación Uruguaya de Fútbol y no del Poder Judicial, y señaló que su cliente no fue ingresado en esa lista.