En el partido más vibrante y cambiante de las finales de la Liga Uruguaya de Básquetbol (LUB), Hebraica y Macabi se impuso 85-72 sobre Nacional y, luego de ir perdiendo 1-2, quedó 3-2 adelante, a una victoria de consagrarse campeón. El macabeo se destacó mucho en defensa y ahí cimentó su victoria; en ataque su hombre fue el yanqui-dominicano Adonys Henriquez, que cerró su goleo con 25 puntos.
La constante de las últimas tres finales ha sido la historia de las zonas, ya sean 3-2, 2-3, cajón, o como se las imagine. Primero, porque a Macabi cambiar el sistema de marca le calzó como anillo al dedo para bloquear al bolso y emparejar la serie. Hebraica, por eso, repitió la receta en el Antel Arena, pero Nacional respondió con varios triples en el primer cuarto: Alejandro Acosta rompió redes en reiteradas ocasiones, y se le sumaron Miguel Barriola y Federico Pereiras. Pero el tricolor también tuvo sus momentos de defensa zonal, y si bien el conjunto macabeo embocó desde el tiro exterior, los porcentajes no fueron buenos. Con eso más el demonio de los tableros, el bolso se fue arriba por 8, 23-15.
Que Nacional tiene la mejor dupla de interiores no hay dudas. Gary McGhee y Jaylen Johnson dominaron los rebotes, dieron varias segundas chances a sus compañeros y aparecieron puntos fáciles para el tricolor. Y si Nacional a su tabla le agrega el goleo de Branden Frazier, es incontrolable. Con el tridente sobresaliente, el albo sacó una máxima de 11 y pareció que ese segundo cuarto sería absolutamente suyo. Pero no, porque apareció Henriquez en Hebraica y a base de triples no sólo trajo el marcador a tiro, sino que enchufó a sus compañeros y dieron vuelta el partido, llevándose ese primer tiempo por 5, 41-36.
En el tercer cuarto la defensa de Macabi fue determinante. También la rotación del plantel, porque desde el banco de suplentes Juan Ducasse tuvo buenos minutos, también Brian García desde el goleo y cubriendo la baja de Luciano Parodi, a quien lo masajeaban constantemente. Pero, y volviendo a lo primero, más allá de los puntos convertidos, donde sacó la máxima de 13, lo que le rindió sobremanera fue dejar a Nacional sin gol porque ni Frazier ni Johnson les encontraron la vuelta a sus marcas; y, sin convertir, el bolso fue entrando en un nerviosismo casi constante que lo hizo tomar malas decisiones de tiro en casi todo ese tercer chico.
Al último cuarto entraron 64-51 ganando Macabi. Dicho de otra manera, Nacional supo desde el minuto inicial que necesitaba reaccionar o se le iba la final. Cuando Hebraica estiró a 16, pareció misión imposible; pero el tricolor se puso en partido. Un triple de Pereiras fue clave para empezar a acortar la brecha y bajar el doble dígito: es otra la confianza cuando la diferencia es menor a 10.
Nacional llegó a estar a 5, pero durmió en dos defensas y se le fue el partido: primero Manuel Romero metió un triple cuando se iba el reloj; después, mientras García también la pudría de tres, Johnson le hizo falta antideportiva a Ernesto Oglivie, y con puntos desde el personal Macabi sacó 13 cuando faltaba poco menos de dos minutos. Nada cambiaría. Hebraica puede salir campeón en la próxima.
Lamentablemente, con el partido liquidado, hubo incidentes entre los jugadores con golpes e insultos. Fueron expulsados García, Oglivie y el asistente Alejandro Muro en Hebraica, y Barriola, Frazier, McGhee y Patricio Prieto en Nacional. Antes de la sexta final el Tribunal de Penas tendrá trabajo, según lo estampado por los árbitros en el formulario.