La mañana fue gris, con una promesa de lluvia que no se concretó. Soplaba el viento en Barradas y la Rambla, como casi siempre. Un par de teros caminaban sobre el césped sintético, de llamativo color azul, cuando Nicolás Tixe llegó al predio. A las aves no pareció importarles de qué material es la alfombra. La Cancha Celeste es la casa de las Cimarronas, la casa del hockey uruguayo desde abril de 2021. Su superficie sintética, regada antes de los partidos para que la bocha se deslice y no pique mal, es única en el país y de vital importancia para el desarrollo de la disciplina en Uruguay.
Alrededor de la cancha, una camioneta enganchó un carrito de comestibles y se lo llevó del predio. Otro vehículo se llevó calefactores a gas que estuvieron instalados en una carpa vip, mientras los obreros desmontaron las tribunas de andamios que se prepararon especialmente para las seis jornadas que duró la Copa Tres Naciones, en la que la selección uruguaya de hockey enfrentó a sus pares de Chile y Gales; un paso más en la preparación rumbo a los Juegos Panamericanos.
Sobre las conclusiones de ese torneo y los próximos objetivos de las uruguayas a nivel internacional conversó Tixe con la diaria.
El equipo de Uruguay, ¿se anima a jugar cada vez más?
Es un poco lo que nos estamos proponiendo. Jugar en lo posible de igual a igual con todos los equipos que nos toque enfrentar. Un desafío grande que teníamos era mejorar el juego con pelota. Uruguay por lo general se caracterizó por defender, más que por proponer. Es algo que venimos trabajando mucho, y la verdad que en este torneo se vio reflejado. Se mejoró la calidad de pases, la recepción, la toma de decisiones. Hay que seguir porque nos falta, pero por lo menos pudimos mejorar en ese aspecto que era uno de los grandes desafíos que teníamos.
¿Dónde están los indicadores para ver esa mejora?
A nivel internacional el hockey se caracteriza por tener pocos espacios para tomar decisiones porque los equipos defienden muy bien. Hay que trabajar mucho con la paciencia, con preparar las situaciones. Ese era un debe que teníamos. El hockey uruguayo se caracteriza por ser muy vertical. Muy de salir y enseguida buscar atacar.
¿Y de respuesta también?
De respuesta, también. Entonces ahora lo que tratamos fue de pasarnos más la bocha. Mejoramos mucho en la cantidad de pases que nos hacemos. Después, los indicadores que preguntabas: mejoramos mucho los ingresos a las 25 yardas finales –la zona de ataque–, muchísimos ingresos al área, muchísimos córneres cortos, que Uruguay no se caracteriza por tener muchos por partido. Eso habla de una efectividad dentro del área al momento de sacar algo importante. Lo destacable es que estamos generando más.
¿Cómo encontraste al equipo en comparación con Chile, que es un cruce importante a nivel continental?
Para este torneo había varios objetivos. El primero era seguir sumando partidos internacionales a las jugadoras, porque es la forma de mejorar y crecer como grupo. Surgió la posibilidad de que venga Gales, equipo europeo con un sistema de juego totalmente distinto a lo que estamos acostumbrados, que nos planteó desafíos muy interesantes para poder resolver. Otro objetivo grande era ver cómo estábamos con Chile, una potencia en el continente. Un equipo que viene de jugar el Mundial con buenas actuaciones, ganando dos partidos. El balance es muy positivo porque, más allá de los resultados, uno ganado y otro perdido, las formas fueron lo importante. Pudimos ver que el equipo físicamente está muy bien, está muy intenso, y técnica y tácticamente estuvimos muy bien. Por tercer partido consecutivo tuvimos estadísticas positivas, que es muy importante: ingresos al área, oportunidades de gol, de córneres cortos que después hay que seguir trabajando. Era uno de los objetivos, ver a Chile y ver cómo estábamos pensando en los Juegos Panamericanos y en esa posible clasificación a un Preolímpico.
Es un escenario nuevo. Ahora se clasifica al Preolímpico a través de los Juegos Panamericanos
Clasificación a clasificación, la Federación Internacional de Hockey (FIH) va cambiando. En este ciclo está, desde hace un par de años, dándole mucha importancia a los torneos continentales. Antes se hacían Preolímpicos en función del ranking, pero nunca le dieron tanta importancia a los torneos continentales. Ahora el campeón de los Juegos Panamericanos va directo a París y los otros tres equipos que accedan a semifinales, tienen acceso a un Preolímpico de 16 equipos, divididos en dos zonas de ocho, donde los tres primeros de cada zona clasifican a los JJOO.
¿Eso acerca las chances para Uruguay?
Nos abre una posibilidad mayor para poder acceder a ese Preolímpico. El objetivo grande que tenemos en los Panamericanos es lograr una medalla para Uruguay. Se logró una en Santo Domingo 2003 y 20 años después estamos buscando repetir eso. Cuando la FIH estableció el criterio de clasificación a París, se abrió la posibilidad de que, entrando en semifinales, accediéramos a un Preolímpico que para nosotros sería fundamental desde el punto de vista de generar competencia internacional. En caso de clasificar, en enero del año que viene estaríamos jugando con los mejores equipos del mundo por un lugar en París. Y más allá de lograrlo o no, la competencia que se nos genera y la apertura al mundo del hockey es importantísima.
Dar el paso
¿Cómo vivís este momento?
Es un momento muy importante del hockey uruguayo. Venimos creciendo mucho. En lo personal con muchas ganas, muy ansioso por todo lo que se está viviendo. Primero tuvimos la cancha que nos dio un salto de calidad importante en la forma de entrenar y de jugar. Ahora estamos teniendo la otra pata que nos faltaba, que es la competencia internacional. Es lo que nos va a hacer meternos en el circuito de primer nivel. Tener la posibilidad de estar jugando seguido, como estamos teniendo ahora, nos acerca al ritmo internacional y nos genera muchas expectativas y motivación que los resultados del entrenamiento diario empiecen a dar sus frutos.
Como entrenador, ¿cómo estás buscando el salto de calidad en tu área?
Los partidos internacionales no son solamente para las jugadoras sino también para los entrenadores. Como ellas en cada partido adquieren más experiencia que van aplicando en su juego, los entrenadores también vamos adquiriendo más experiencia que al momento de tomar decisiones nos lleve a tomar mejores que antes. Con el cuerpo técnico trabajamos mucho en conjunto, tratamos de estar actualizados, miramos mucho hockey internacional, estamos analizando y editando video. Yo particularmente hablo mucho con entrenadores de primer nivel. Con Sergio Vigil de Chile, Fernando Ferrara de Argentina, otros entrenadores argentinos que ahora no están en selección pero supieron estar.
¿Tenés la confianza de las jugadoras en vos?
Yo creo que sí. Tenemos una excelente relación con todas las jugadoras. En el último torneo participaron 25 en todos los partidos. Las íbamos rotando. En ningún momento tuvimos problema porque hubiese jugadoras que se quedaran afuera. Les tocaba jugar al otro día y siempre estaban motivadas. Lo veo muy bien al grupo, la confianza está y el plan que se propone por parte del cuerpo técnico ellas lo ejecutan de la forma que lo hablamos y les da resultado.
Hace un tiempito incorporamos a la psicóloga deportiva María Eugenia Berneche. Nos está dando un salto de calidad importante en la parte mental, en la confianza, en la comunicación dentro del grupo, en poder manejar los diferentes momentos de estrés que se generan. Ella está haciendo un trabajo bárbaro, que nos viene muy bien para poder potenciar al grupo desde ese aspecto.
¿Cuál es la importancia de la clasificación del hockey 5 al primer mundial?
Fue un logro importantísimo. Uruguay fue el año pasado en Suiza el primer campeón de un torneo internacional oficial de mayores de hockey 5. Fue una experiencia lindísima para todo el grupo. Una modalidad nueva, distinta. Si bien ya se jugaba a nivel formativo, para mayores es nuevo y siempre clasificar a un Mundial en cualquier disciplina es importante para Uruguay, porque además es una disciplina que, al igual que el hockey sala, empareja mucho los niveles. A Uruguay le dan la posibilidad de estar peleando de igual a igual con potencias en otra disciplina. Para el desarrollo del hockey es importante.
Otra historia
Hubo en los últimos años algunos casos reportados de abusos dentro del hockey, ¿cómo se atiende a esta temática dentro de la selección?
Las situaciones que se plantearon, que fueron muy dolorosas, generaron algo muy bueno: plantear el problema, que haya comunicación, plantear que ciertas cosas que por ahí se daban como normales no lo son y están mal. Eso hizo que se hablara mucho del tema. En ese momento tuvimos la ayuda de un psicólogo, después tuvimos mucho apoyo por parte de la federación. Las jugadoras tienen mucho contacto con la federación. Se redactaron protocolos estrictos. Hacemos mucho hincapié con los entrenadores, sobre todo de formativas. Cuando entra un nuevo entrenador, hablamos mucho con él de las cosas que se pueden hacer. No solamente por los problemas que hubo sino por el respeto que deben tener para con las jugadoras. Luego se establecen ciertas normas que hay que cumplir y quien no las cumpla no puede estar dentro del proceso de selecciones.
Creo que estas situaciones que se dieron permitieron abrir el diálogo, generar mayor comunicación entre las jugadoras y la federación. Creo que si bien en el momento fue un golpe grande, sirvió para que las cosas mejoren y que toda jugadora se sienta segura de estar en cualquier grupo, en este caso en la selección, y que sean situaciones que no se vuelvan a repetir.
Alto rendimiento
Lo que tiene que haber es el compromiso por el lugar en el que están. Hablamos mucho del valor que tiene ser jugadoras de selección. En cualquier disciplina representar a tu país es el orgullo más grande. No solamente reciben. Tienen que dar cosas porque es una responsabilidad ser jugadora de selección. Lo son las 24 horas, no sólo cuando vienen al entrenamiento. Cuando una jugadora está comprometida se potencia y empieza a dar un plus en relación a lo que da normalmente. Eso hace que todo el grupo se vaya contagiando y vaya siendo un círculo virtuoso. Obviamente, después hay valores que trabajamos mucho: el respeto entre ellas y con el trabajo, el sacrificio. Siempre les decimos: el alto rendimiento no es lindo, es traumático y es doloroso porque implica dejar muchas cosas de lado, poner un objetivo que te propones y te lleva a dejar otras cosas que son importantes para cada una y que en este momento tienen que descuidar un poco por estar con esta causa que es muy importante y que solamente aquellas personas que están en el deporte entienden.