Janine Szpara, exarquera de la selección estadounidense de fútbol y actual entrenadora y coach deportiva, visitó Uruguay para conocer la realidad del fútbol femenino local e intercambiar con mujeres vinculadas a este deporte.
Szpara debutó como golera de Estados Unidos en el Mundialito de 1986 en un partido contra China. A nivel de clubes jugó para el Shiroki FC Serena de Japón, el Takarazuka Bunnys Ladies SC, en Norcal Shockwaves y Foothill FC. Tras su retiro como jugadora, obtuvo la licencia A de la US Soccer y comenzó a entrenar, especializándose en el trabajo con goleras.
Desde entonces entrenó diversos clubes de su país y algunos de Japón. Pasó por el Stanford Cardinal, el Shiroki FC Serena, Cornell Big Red, Santa Clara Broncos, San José State Spartans, Warner Pacific Knights, Portland State Vikings, Portland Rains, Clackamas Cougars, St. Mary's Academy, entre otros. Además, fue parte del Programa de Desarrollo Olímpico en California de 1989 a 1992 y en Oregón de 2006 a 2017.
Más tarde, Szpara viajó para entrenar fútbol juvenil como embajadora deportiva del Departamento de Estado de su país y dirigió clínicas en Guatemala, Indonesia, Malasia, México, Singapur y Vietnam. Actualmente, es entrenadora y coach, cuenta con licencia A de la US Soccer, centrándose principalmente en entrenamientos de arqueras.
En el marco de la Copa Mundial Femenina de la FIFA que se está desarrollando desde el 20 de julio en Australia y Nueva Zelanda, la embajada de Estados Unidos en Uruguay invitó a Szpara a conocer el fútbol femenino uruguayo.
Intercambiar pelotas
En Uruguay, Szpara protagonizó distintas instancias de intercambio con la Asociación Uruguaya de Fútbol, con la Organización de Fútbol del Interior y con otros grupos de interés.
Desde la embajada le solicitaron pensar actividades para las categorías sub 16, sub 19 y la primera división del fútbol local, entonces organizó charlas inspiradoras para jugadoras e intercambios con entrenadores y entrenadoras acerca de tácticas y técnicas de entrenamiento, todo con el objetivo de conocer la realidad del fútbol femenino local. A su vez, decidió reunirse con un grupo de mujeres periodistas e intercambiar.
“Elegí venir a Uruguay para aprender sobre el país y también aportar, porque realmente creo que somos más cercanos que distantes como pueblo, tenemos más cosas en común que cosas que nos separan. Así que pienso que lo que me gusta es ir a lugares donde siento eso y confirmarlo”, dijo Szpara a la diaria.
La realidad celeste
Sobre lo que vio del fútbol femenino local, Szpara contó que al preparar el viaje pensó que iba a encontrar menos entrenadoras y menos jugadoras. “Si bien no veo que el 50% de las mujeres juegue al fútbol, encontré más de lo que pensé que iba a ver. La cantidad de mujeres involucradas en el fútbol, ya sea jugando o periodistas deportivas, es superior a lo que tenía en mente”, contó la entrenadora.
A su vez, para Szpara hay un punto de encuentro en relación a los obstáculos con los que se enfrentan las futbolistas en Estados Unidos y en Uruguay: “Los obstáculos son similares a los que nos hemos enfrentado y seguimos enfrentando en Estados Unidos; por ejemplo, dentro de nuestras propias familias nos dicen que las chicas no juegan al fútbol, o gente de afuera que prefiera que las mujeres no jueguen al fútbol. Ese es un prejuicio difícil de superar para cualquiera. En cualquier país en el que eso pase los desafíos son muy similares”, explicó.
Para Szpara la solución está justamente en hacer lo que ella vino a hacer en tierras charrúas: “Creo que lo más importante para hacerle frente a eso es tener un grupo, juntarnos como jugadoras, entrenadoras y mujeres en las organizaciones y federaciones y trabajar para ir removiendo de a poco aquellas cosas que nos frenan”, agregó.
Ideas para el cambio
En el encuentro con periodistas, Szpara abrió el intercambio de las profesionales en relación al estado actual del fútbol femenino. “Este encuentro en el que estamos, en el que ustedes están intercambiando sobre la realidad, sobre lo que pasa, sobre las condiciones que tienen actualmente las jugadoras y sobre sus realidades como trabajadoras del fútbol, es el primer camino para encontrar soluciones. Juntarse e intercambiar es lo primero”, dijo la estadounidense.
En ese sentido, Janine puso sobre la mesa lo que fue uno de los puntos de quiebre para que el fútbol femenino federal mejorara en Estados Unidos. Contó que en 1972 crearon una ley que disponía que en cualquier institución pública tenían que brindar las mismas herramientas en el fútbol para varones y mujeres.
“Es un cambio lento, como todos, pero actualmente hay mujeres que se dedican full time al fútbol, aunque si un varón quiere jugar al fútbol no se lo cuestiona tanto; si una mujer quiere, se le hacen preguntas”, sostuvo.
En ese sentido, las colegas determinaron posibles soluciones para que el fútbol femenino uruguayo siga creciendo. Coincidieron en que una de las principales necesidades es crear espacios de aprendizaje sobre perspectiva de género, porque convinieron que la falta de apoyo a la disciplina y el desinterés por el femenino de algunos espectadores del fútbol tiene que ver con un problema más amplio que es la desigualdad de género, que genera prejuicios y suposiciones en torno a esta rama del deporte que dificultan la aparición de nuevos adeptos, el aporte de recursos por parte de los clubes, la gestión de la Asociación Uruguaya de Fútbol, la difusión y visibilización, entre otras cosas. Para eso es fundamental romper ciertos esquemas establecidos y comunicar con una perspectiva que tenga como base fomentar la equidad de género, romper con el sexismo, entre otras iniciativas que son básicas para la gestión de los deportes practicados por mujeres.
“Ustedes tienen el poder de cambiar la narrativa de lo que se presenta, en Estados Unidos actualmente hay mucha lucha en ese sentido. No solamente de lo que hablamos, también importa lo que demostramos, lo que exponemos, es importante tener visibilidad”, finalizó Szpara.