Montevideo, una tarde de primavera soleada, ideal para ir a ver fútbol. Remera blanca de manga corta, pantalón deportivo azul y sin acompañantes, así se pudo ver a Marcelo Bielsa en el Parque Paladino, donde por la novena fecha del Clausura se enfrentaron Progreso y River Plate.

El entrenador de la selección uruguaya se sentó en la tribuna visitante, la de River, quien entre los suplentes tuvo a uno de los convocados en la doble fecha que pasó: Joaquín Lavega. Bielsa recién lo pudo ver en el segundo tiempo, cuando Francisco Palladino, DT de River, lo mandó a la cancha para desequilibrar un partido que, en ese momento, iba 0-0. Después ganaría Progreso 2-0, rompiendo una racha de 11 partidos sin ganar.

Bielsa no pasó desapercibido. Con su tranquilidad habitual retribuyó el saludo de quienes se le acercaron, también accedió a sacarse fotos con los hinchas de River Plate. Lo curioso fue que tuvo que moverse del lugar donde se sentó al llegar porque las banderas darseneras, que fueron varias, le terminaron dificultando la visión del campo de juego.

Con el balón ya en movimiento, el Loco se dedicó a observar el desarrollo del encuentro. Quienes estaban mirando el partido por televisión también pudieron verlo: la transmisión lo enfocó justo cuando estaba comprando garrapiñada, dos paquetes por 100 pesos y quédese con el vuelto.

No es la primera vez que Bielsa asiste a las canchas del fútbol uruguayo. El año pasado estuvo en el Parque Saroldi, en Belvedere, en el Parque Artigas de Las Piedras, en el Gran Parque Central, en el Viera y en el Capurro.