El técnico de la academia, Gustavo Costas, paró en cancha esta oncena: Gabriel Arias; Marco Di Cesare, Santiago Sosa, Agustín García Basso; Gastón Martirena, Juan Nardoni, Agustín Almendra (Bruno Zuculini 56’), Gabriel Rojas; Juan Fernando Quintero, Maximiliano Salas y Adrián Maravilla Martínez (Roger Martínez 74’).

Por su parte, el DT de La Raposa dispuso de los siguientes jugadores: Cássio; William, João Marcelo, Lucas Villalba, Marlon (Kenji 85’); Lucas Romero (Álvaro Barreal 79’), Walace (Lucas Silva 30’), Gabriel Verón (Lautaro Díaz 79’), Matheus Pereira, Matheus Henrique; Kaio Jorge.

Racing comenzó jugando a un ritmo mucho más alto que su rival y lo logró capitalizar en el resultado luego de tan sólo tres minutos. Un gran trazo largo desde la izquierda encontró a Maximiliano Salas, quien lanzó un centro bajo para Maravilla Martínez. Este aguantó la pelota de espaldas y la descargó para la llegada del uruguayo Martirena, que remató de primera e hizo estéril la volada del guardameta brasileño. Sin embargo, en una decisión muy polémica, el árbitro compatriota Esteban Ostojich anuló el tanto a instancias del VAR por un offside de Salas.

Lo que podría haber sido un mazazo para cualquier equipo, no lo fue para la academia, dado que no bajó los ánimos y siguió buscando el 1-0 con la misma motivación. Ese estímulo fue facturado a los 15’, por un Martirena que tuvo su revancha personal. Luego de una combinación por la derecha con Juanfer Quintero, el ex Liverpool levantó un centro que a primera vista parecía inofensivo, pero de forma sorpresiva se envenenó y se introdujo en el pórtico defendido por Cássio, para el delirio de los hinchas de Racing.

El elenco argentino siguió con el pie en el acelerador y cinco minutos más tarde consiguió duplicar la ventaja a través de una jugada parecida a la del gol anulado: un buen pase de Sosa para Salas a espaldas del lateral y el posterior pase para un Maravilla que sólo tuvo que empujarla.

Como consecuencia del golpe recibido, Diniz no esperó un segundo más: metió mano al plan táctico y al banco de suplentes, dado que mandó a la cancha a Lucas Silva por el mediocampista Walace. Los suyos reaccionaron tímidamente y comenzaron a encerrar a su rival producto de una mayor posesión en la zona media. Kaio Jorge avisó con un remate desviado y en un tiro de esquina poco antes del descanso Villalba tuvo una ocasión clara de descontar, pero su media vuelta fue controlada por el golero Arias.

Para el inicio del complemento, los de Avellaneda les cedieron el esférico a los brasileños para poder liquidar el pleito en un contraataque. Sin embargo, el elenco de Belo Horizonte aprovechó la imprudencia de los dirigidos por Costas y descontó rápidamente gracias a un remate de Kaio Jorge, producto de un rebote corto que dejó el arquero de Racing después de un golpe de cabeza del propio Jorge.

Con el 2-1, el partido cambió por completo. Arias contuvo el posible empate en un intento desde lejos de Matheus Pereira, mientras que Di Césare, luego de un fallo de la zaga Raposa, y Maravilla, con un cabezazo certero, tuvieron el tercero, pero el histórico Cássio detuvo fácilmente en ambas oportunidades. La academia salió de la cueva y recuperó un poco la posesión, mas no la incertidumbre de un posible embate rival.

A la vuelta de la pausa por hidratación, Diniz subió aún más las líneas y puso toda la carne en el asador buscando igualar el partido a la desesperada, por lo que el encuentro se convirtió en un vertiginoso ida y vuelta. Sin embargo, Racing aguantó cada uno de los ataques de su contrincante y en el último minuto tuvo su premio, al cerrar el encuentro en una contra unipersonal orquestada de gran manera por el ingresado Roger Martínez.

Con el sonido del silbato de Ostojich, los de Avellaneda rompieron una mala racha de 36 años sin poder conseguir un trofeo internacional, dado que su último logro de ese calibre –la Supercopa Sudamericana– fue en la edición de 1988, justamente ante su rival de este sábado, el Cruzeiro. En ese plantel jugaba el uruguayo Rubén Paz, quien se erigió como ídolo del equipo argentino en esos años.