El delantero de 23 años del Real Madrid y la selección brasileña Vinicius se quebró en conferencia de prensa al hablar de racismo. El delantero parece cada vez más informado y mantiene su lucha a flor de piel. Es uno de los mejores jugadores del mundo y lleva adelante una causa urgente que, a pesar del paso del tiempo, sigue mostrando sus crudos mojones de desigualdad y discriminación.

El muchacho rompió en llanto y la imagen recorrió el mundo. El periodista argentino Juan Pablo Varsky se refirió al tema en sus redes sociales como suele hacerlo generalmente, pero esta vez recibió una respuesta que tira hacia atrás las conquistas logradas en este tema. El polémico mensaje fue del exarquero paraguayo José Luis Chilavert.

“Sólo quiero jugar al fútbol y nunca ver sufrir a las personas negras. Quiero hacerlo todo por mi club y por mi familia”, había dicho Vinicius entre aplausos. Chilavert salió al cruce y respondió que Vinicius es “el primero que insulta y ataca a los rivales”, y agregó “que no sea maricón”, ya que “el fútbol es para hombres”.

La polémica ubica al paraguayo nuevamente en un estado de fetidez política, homofóbico y violento. Cabe recordar aquella frase de César Luis Menotti de 1993: “Lo que habría que hacer con Chilavert es pasearlo por los colegios para que los chicos sepan cómo era el hombre hace 40.000 millones de años. Primero Chilavert, después el mono y luego el ser humano”, dijo el entrenador en aquel entonces.

También cabe recordar que el propio Chilavert sufrió e incluso generó algunas denuncias por discriminación en su contra. El hecho se dio cuando el exarquero paraguayo jugaba para el Estrasburgo y denunció a Patrick Roisy, presidente del club, por “injurias racistas” referentes a sus orígenes.

Según el diario AS del 21 de setiembre de 2002, Chilavert denunció al presidente por compararlo con el muñeco de Michelín, en referencia a sus problemas de sobrepeso, además de decir que sus prácticas eran “propias de una república bananera”. Según el Estrasburgo, Chilavert fue despedido tras negarse a jugar un partido contra Lille. El jugador reclamó al club una indemnización de 2,4 millones de euros y el club presentó una denuncia contra el jugador al considerar que la denuncia era falsa.

Días después, el Tribunal Correccional de Estrasburgo rechazó la demanda. Tiempo después el paraguayo también realizó una denuncia por maltrato al embajador uruguayo en Paraguay, Juan Fischer. Según declaraciones del propio Chilavert en ese momento (año 2009), el diplomático estaba ebrio y lo empujó en la cola del aeropuerto. El arquero guaraní señaló que no lo “destrozó” en consideración de su estado.