Tras vencer después del tiempo extra 4-1 a Durazno en el Juan Gaspar Prandi, Colonia se consagró campeona del Sur en el año del centenario del primero de los campeonatos sureños llevado a cabo en Florida en 1924.
Fue un espectáculo inolvidable en el bonito y cuidado escenario de Plaza Colonia, a donde fue a parar la selección albiazul después de haber tenido que dejar el Alberto Suppici, donde jugó sus tres primeros partidos porque lo ocupó la Conmebol con la Libertadores sub 20.
Un partido de una emoción casi inenarrable, porque el sábado Durazno en el Landoni lo había ganado 1-0 con un gol postrero –como le pasó varias veces este año a la selección del Yi– y Colonia estaba obligada a ganar para poder luchar por un título que no había conseguido en lo que va del siglo jugando con la albiazul como la representación de la Liga Coloniense de Fútbol (Colonia del Sacramento), la Colonia del Sur (durante muchísimos años, décadas, Colonia llegó a tener dos representaciones, una que jugaba el Sur, la albiazul capitalina, y otra que jugaba en el Litoral, la Federación de Colonia, compuesta por muchísimos poblados colonienses. Hace unos años se unificaron para jugar en el Sur, y desde 2023 han vuelto a competir separadas ambas en el Sur).
Lo cierto es que en el primer tiempo, con un golazo impresionante, un remate de larga distancia, certero y potente de Diego Seoane, Durazno se puso en ventaja 1-0, y mantuvo esa diferencia hasta el minuto 85 de partido, cuando Mateo Mazzola lo empató. Aun con el empate 1-1, Durazno mantenía la ventaja en el global y era campeón, pero en el minuto 95 un agónico y desesperante gol de Gustavo Bortoli le dio el triunfo a Colonia 2-1 y de inmediato condujo al alargue que ofició como tercer partido.
En la prórroga, los colonienses, empujados por la tribuna de un estadio que nunca los había visto campeones (Colonia había sido campeón en la vieja Plaza de Deportes, en el estadio de Juventud y en el Alberto Suppici), aprovechando sus arrestos emocionales y físicos ante un rival que a los 30’ del complemento se había quedado con uno menos por la expulsión de José Agüero y ya casi de salida consiguió el primer gol del alargue, lo que suponía la ventaja de un gol aunque el marcador mostrara 3-1 con anotación de Mateo Cedrés.
Fue tan pero tan emocionante que Durazno nunca dejó de atacar buscando el empate que diera alegría a esas centenas de duraznenses que llegaron a Colonia, pero los locales con sus salonistas jugando sobre el césped –buena parte de los futbolistas dirigidos por Bruno Capellino son o han sido cultores del futsal y varios de ellos juegan a nivel AUF en Old Christians– también conectaban en corto y con el pivot como esencia atacaban protegiéndose.
Diego Vela, que en la temporada pasada fue segundo goleador en el campeonato Uruguayo de Fútbol Sala, anotó cuando ya terminaba el partido un golazo y cerró el campeonato con un victoria de Colonia por 4-2, lo que hizo que la selección albiazul se quedara con el torneo del centenario.
Durazno fue un dignísimo vicecampeón y obviamente seguirá dando batalla ahora en el módulo de competición interregional de la Copa Nacional de Selecciones, que comenzará ya este fin de semana.
Colonia visitará a Paysandú, vice del Litoral Norte, y después definirá en casa. A Durazno le corresponde arrancar en el Landoni recibiendo a Río Negro, campeón del Litoral, para luego decidir la llave en Fray Bentos. El ganado de esta llave se cruzará con quien resulte triunfador en la serie conformada por Soriano, vice del Litoral, y Liga Mayor de Maldonado, que jugarán su ida en el Lavalleja de Dolores debido a la sanción que tiene el Koster de Mercedes, y la revancha será en San Carlos.
Por último, Salto, el campeón del Litoral, deberá ir a Minas para la ida de su partido de cuartos de final ante Lavalleja remedando la última final del interior de una llave que se resolverá en el Dickinson salteño.