Días pasados, cuando se confirmaba el calendario para las posibles siete finales que den el nuevo campeón de la Liga Uruguaya de Básquetbol (LUB), lo anunciado decía que los dos primeros partidos serían en el Antel Arena, que el tercero y el cuarto serían en las canchas de los clubes –porque la agenda del Antel Arena ya tenía esas fechas tomadas en su programación–, para después volver al máximo escenario de cara a la definición. Pero eso no será así.

Hubo un revés y fue económico: el alto costo del alquiler del Antel Arena, que, según pudo saber la diaria, corresponde a una cifra en el entorno de los 30.000 dólares por partido. Los clubes, de común acuerdo, decidieron no empezar jugando ahí, acuerdo que también tuvo la anuencia de Tenfield, dueña de los derechos de televisación.

Tras el cambio, también se vieron afectados los días iniciales de las finales. El juego 1 estaba pactado para este viernes, pero pasó para el domingo 2 de junio, cuando en principio se iba a disputar el juego 2. Este último partido, entonces, quedó fijado para el jueves 5 de junio (ver recuadro).

Como las finales son al mejor de siete, o sea que hay que ganar cuatro partidos para ser campeón, una posibilidad es que ni siquiera se juegue en el Antel Arena: si un equipo gana los cuatro partidos al hilo. Empezarán jugando en el Palacio Peñarol porque los carboneros tienen la ventaja deportiva tras ser los mejores de la temporada larga.

La decisión de los clubes no cayó bien en la Federación Uruguaya de Basket-Ball (FUBB). Tras negociaciones frustradas tratando de mediar y llevar las finales al Antel Arena, en la tarde del miércoles y en un comunicado público firmado por la presidencia, la FUBB expresó que “por exclusiva decisión de las instituciones que disputarán las finales de la LUB 2023/24 y en acuerdo con la empresa Tenfield, las cuatro primeras finales se disputarán en los escenarios donde dichas instituciones ofician de local (Palacio Peñarol y Club Aguada)”.