Progreso y Cerro Largo jugaron en la tarde de un martes para el olvido por puntos que pueden valer en algún momento, cuando todo se defina. Además, claro, por medirse y competir en un campeonato ganado de punta a punta por Peñarol, que finalizó invicto.
Progreso, aquejado por el cierre de su cancha, cuestión que aún está dando que hablar, y en medio de una cierta polémica por la no convocatoria a la selección local que jugó en Costa Rica de ninguno de los jugadores que llevaron al equipo a estar invicto hasta entrado el campeonato. Viniendo de la Segunda División y habiendo ascendido segundo, Progreso fue revelación en el Apertura y consiguió una cantidad de puntos que le permitieron soñar, por un lado, y zafar, por otro. Ahora, que finalmente perdió el campeonato y el invicto, quizás sueña con meterse en alguna copa o pelear, quién sabe, por el Intermedio o el Clausura. La cruda realidad es que, tras la caída ante Cerro Largo, acumuló cinco derrotas consecutivas.
Por suerte, cayó un solcito, al menos sobre la tribuna visitante, si no, hubiera sido demasiado frío un partido sin llegadas. Apenas con algún intento o por la sana insistencia y su forma de estar, la de Hugo Silveira, y del otro lado la de Franco López, experientes que llevan la voz del gol en sus respectivos equipos. Silveira fue el que más insistió, encontró una pelota tras una jugada extraña donde pidieron penal. El defensa de Progreso se asustó con el pedido y despejó torpemente a los pies de Silveira que mordió.
Del otro lado también pidieron penal. Estaba conversador Franco López, pero el penal no fue tal, aunque puede leerse una cierta desestabilización de la carrera de Nicolás Fernández. Dos jugadas después, López, que es intenso, difícil de soportar para las defensas, ensayó una chilena, pero la pelota cayó cerca de una pareja que tomaba mate en el parque.
Para el segundo tiempo, Progreso salió hastiado a resolver el trámite y desde el primer minuto puso el cuadro a disposición para irse ganando del primer torneo del año. Alcanzó la más clara de salida, con un pase largo y una cuereada de López que derivó en un rebote para avisar. Minutos después, Rodrigo Formento tapó en dos instancias otro intento del equipo de La Teja y tuvo que ser atendido, pero en realidad aprovechó para respirar, literalmente.
Progreso tuvo en Joel Poiso el entusiasmo. Fue y fue, quiso otra cosa para la tarde. Gastón Colman fue una referencia. Cerro Largo aprovechó para crecer cada vez que Progreso erró o Formento se quedó con el juguete. Adrián Colombino en el medio de la cancha fue el eje en los locales. La visita probó con el paraguayo Gianluca Fatecha moviéndose por todo el frente, con lo que pudo hacer Alan Di Pippa, o Luciano Cosentino hasta que estuvieron en cancha.
Cerro Largo en un jugada aislada pudo cambiarlo todo, fue con Enzo Castillo, que entró como número 9. Se fue arriba por descarte. Encontró otra energía en el banco de los suplentes, con Renzo Rabino, con el Toto Sergio Núñez. Tras un disparo de Briam Acosta, Sebastián Assis, que también había ingresado, ensayó un taco que venció a Nahuel Suárez y así puso el 1-0.
Sebastián Cardozo tuvo el empate en un córner, en una pelota perdida. Pero Cerro Largo se quedó con los últimos tres puntos. Sobre el final, Poiso, de buen partido, se fue expulsado.