De cara a la Copa América, la FIFA está implementando medidas nuevas en el marco de fomentar la lucha contra la discriminación y el racismo. Uno de los puntos importantes de esta iniciativa es el protocolo antidiscriminatorio, un procedimiento que tiene tres pasos y que se aplicó en el partido de la selección uruguaya ante México
Corrían ocho minutos del segundo tiempo -luego de que Darwin Núñez marcara el cuarto gol- cuando el árbitro detuvo el encuentro e indicó que se debía a cánticos homofóbicos que provenían de la tribuna.
La idea
La medida tiene como objetivo identificar a los racistas en los estadios y en las redes sociales. “Tenemos que combatirlos fuera de los estadios. Hay que prohibirles la entrada a los estadios de todo el mundo. Las autoridades tienen que llevar a estas personas ante los tribunales y vamos a transmitírselo a todas. El racismo es un delito. También vamos a reforzar la implicación de los jugadores en este tema fundamental, por lo que me alegro de que Vinícius Júnior haya aceptado formar parte de un grupo de trabajo en el que habrá más jugadores importantes y propondrá medidas concretas y eficaces para erradicar el racismo del fútbol de una vez por todas”, explicó el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, cuando se lanzó la iniciativa algunos meses atrás.
“Si hay racismo, no hay fútbol. Paremos los partidos. Los árbitros pueden hacerlo en las competiciones de la FIFA, ya que contamos con un protocolo para detener el juego, y hay que tomar medidas en todos los niveles, también en los ámbitos nacionales. Debe asumirlo todo el mundo y vamos a ir juntos hasta el final”, agregó.
La misma historia
La Comisión Disciplinaria de la FIFA ya había sancionado a la Federación Mexicana de Fútbol (FMF) en junio de 2021 durante los encuentros contra las selecciones de República Dominicana y Estados Unidos disputados en Guadalajara, México, con una multa de 60.000 francos suizos -alrededor de 65.000 dólares- y la imposición de jugar sus próximos dos encuentros oficiales como local a puertas cerradas.
El castigo en ese momento también se dio “como consecuencia de los cánticos homófobos de los aficionados mexicanos en dos partidos de clasificación para el torneo olímpico”.